Combustibles para el futuro: Hidrógeno

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Una de las oportunidades más excitantes en la ruta hacia la neutralidad de carbono y la descarbonización de la generación eléctrica es el hidrógeno, y específicamente, el hidrógeno verde. Este combustible del futuro ya se halla entre nosotros, es el más limpio que se haya descubierto, y es el elemento más abundante del universo. Su aspecto más importante para el objetivo de reducir las emisiones de carbono es que, al quemarse hidrógeno, el único producto residual resultante es agua.

Actualmente, un 30% de las actividades que generan gases de efecto invernadero (GEI) no pueden electrificarse de forma económica*, entre ellas la aviación, el transporte marítimo, los vehículos de carga pesada y la producción de acero, cemento y productos químicos. Debido a esto, necesitamos un sustituto para el petróleo y el gas que tenga la intercambiabilidad y la transportabilidad de dichos materiales, pero que no sea tan costoso o pesado como las baterías, y el hidrógeno verde parece estar convirtiéndose en la opción preferida por los legisladores y las empresas.

Tradicionalmente, el hidrógeno se ha creado empleando combustibles fósiles para separarlo del gas natural, lo cual emite grandes cantidades de dióxido de carbono en la atmósfera y contribuye al cambio climático. En cambio, el llamado hidrógeno verde se produce utilizando electricidad renovable (generada por turbinas eólicas y placas solares, por ejemplo) en el proceso de electrólisis que separa agua en hidrógeno y oxígeno.

Este desarrollo ha creado una oportunidad para el sector de suministro público en particular, ya que ahora es posible emplear proyectos de energía renovable con capacidad excedente para producir hidrógeno verde. Este necesita ser transportado y almacenado (en forma líquida o en una pila de combustible), y creemos que la infraestructura existente de gas natural en varios países puede readaptarse y remodelarse para acomodar el hidrógeno, no solo en el flujo existente de gas natural, sino (en última instancia) por sí solo.

Esto tiene aplicaciones tanto residenciales como industriales, y aunque la tecnología todavía está en ciernes y aún no es escalable de forma económica, representa una solución climática prometedora. Varias empresas están ya invirtiendo en la producción de hidrógeno e investigan su uso en el flujo de gas natural.

En nuestro proceso de inversión vemos oportunidades significativas para este combustible del futuro.

El valor de los activos del fondo podrían tanto aumentar como disminuir, lo cual provocará que el valor de su inversión se reduzca o se incremente. Es posible que no recupere la cantidad invertida inicialmente.

Los puntos de vista expresados en este documento no deben considerarse como una recomendación, asesoramiento o previsión. No podemos ofrecerle asesoramiento financiero. Si no está seguro de que su inversión sea apropiada, consúltelo con su asesor financiero.

*Informe de la Comisión de Transición Energética.

Esta información no constituye una oferta ni un ofrecimiento para la adquisición de acciones de inversión en cualquiera de los fondos de M&G. Promoción financiera publicada por M&G International Investments S.A. Domicilio social: 16, boulevard Royal, L-2449, Luxembourg. OCT 21 / W626701

Invirtiendo hacia la neutralidad de carbono: 2 casos de estudio

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Dialogando con los campeones de las renovables a ambas orillas del Atlántico

Caso de Estudio 1: NextEra Energy

NextEra Energy es una compañía a la vanguardia de la implementación de proyectos de energía renovable. La naturaleza esencial de estos activos subyacentes tipifica perfectamente el atractivo de la infraestructura como clase de activos, y el crecimiento estructural de las renovables proporciona un potente impulso a largo plazo a las empresas que combaten el cambio climático.

El valor y los ingresos de los activos del fondo podrían tanto aumentar como disminuir, lo cual provocará que el valor de su inversión se reduzca o se incremente. No puede garantizarse que el fondo alcance su objetivo, y es posible que no recupere la cantidad invertida inicialmente.

NextEra Energy es una utility estadounidense considerada como el mayor productor mundial de energía eólica y solar. Con una amplia presencia geográfica en todo Estados Unidos, es el principal proveedor de energía limpia en dicho país, incluido el gas natural, un importante combustible de transición para la reducción de las emisiones de carbono. La compañía también es líder de mercado en almacenamiento de energía para mejorar la eficiencia del consumo energético, con más capacidad que cualquier otra empresa en los Estados Unidos.

La sostenibilidad es la piedra angular de su estrategia corporativa para beneficiar a un amplio abanico de grupos de interés: el medioambiente, a través de su concentración en fuentes de energía limpias; los clientes, mediante un servicio fiable y menores costes; y los accionistas, con flujos de caja y dividendos crecientes de forma constante. Invertimos en NextEra Energy desde 2017, y desde entonces, la compañía ha generado mayores dividendos y su cotización ha aumentado.

Por favor consulte el glosario para una explicación de los términos de inversión que aparezcan en este artículo.

Las rentabilidades pasadas no son un indicativo de las rentabilidades futuras.

El valor y los ingresos de los activos del fondo podrían tanto aumentar como disminuir, lo cual provocará que el valor de su inversión se reduzca o se incremente. No puede garantizarse que el fondo alcance su objetivo, y es posible que no recupere la cantidad invertida inicialmente.

El fondo puede estar expuesto a diferentes divisas. Las variaciones en los tipos de cambio podrían afectar al valor de su inversión.

Puesto que el fondo posee un número pequeño de inversiones, la caída en el valor

de una única inversión podría tener un mayor impacto que si el fondo poseyese un mayor número de inversiones.

Invertir en mercados emergentes conlleva una mayor probabilidad de pérdidas debido a mayores riesgos políticos, fiscales, económicos, cambiarios, regulatorios y de liquidez, entre otros factores. Podrían surgir dificultades en la compra, venta, custodia o valoración de inversiones en tales países.

Otros riesgos asociados con el fondo se pueden encontrar en el Documento de Datos Fundamentales para el Inversor (KIID) y el Folleto del fondo.

Los puntos de vista expresados en este documento no deben considerarse como una recomendación, asesoramiento o previsión.

No podemos ofrecerle asesoramiento financiero. Si no está seguro de que su inversión sea apropiada, consúltelo con su asesor financiero.

El fondo invierte principalmente en acciones de compañías, con lo que es probable que experimente mayores fluctuaciones de precio que aquellos fondos que invierten en renta fija o liquidez. 

Esta información no constituye una oferta ni un ofrecimiento para la adquisición de acciones de inversión en cualquiera de los fondos de M&G. Promoción financiera publicada por M&G International Investments S.A. Domicilio social: 16, boulevard Royal, L 2449, Luxembourg.

Caso de Estudio 2: Enel

La utility italiana Enel es otra empresa a la vanguardia de proyectos de energías renovables que comparte la filosofía de crecimiento sostenible. Además de ser un líder doméstico, también es una compañía global con una presencia significativa en los mercados de crecimiento a largo plazo de América del Sur. La estrategia de Enel combina una inversión significativa y creciente en renovables con la aceleración de la descarbonización. Su equipo directivo tiene previsto triplicar su capacidad de renovables de aquí a 2030, y anticipa que la energía eólica y fotovoltaica representará un 80% de su capacidad total de cara al fin de esta década. Asimismo, espera haber retirado completamente el carbón en 2027.

Facilitar el desarrollo de la movilidad eléctrica es otra iniciativa clave, manifestada en el mayor despliegue individual de estaciones de carga en Europa: Enel se propone multiplicar por cuatro el número de estaciones en todo el grupo en los próximos tres años, desde 186.000 a finales de 2020 hasta 780.000 en 2023.

La empresa también está claramente comprometida con la devolución de liquidez excedente a los accionistas, y prevé un crecimiento del dividendo de como mínimo un 7% anual en los próximos tres años.

Iniciamos la posición en junio de 2018, cuando la preocupación en torno a la situación política y fiscal de Italia desencadenó una oleada de ventas indiscriminadas en la bolsa italiana, sobre todo en los sectores más sensibles a los tipos de interés. El negocio de Enel no está confinado al mercado doméstico, y este retroceso suscitado por el sentimiento nos pareció una oportunidad de compra. La acción se compró cuando ofrecía una rentabilidad por dividendo histórica superior al 5%, con potencial de crecimiento sólido y fiable de su flujo de repartos.

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Las rentabilidades pasadas no son un indicativo de las rentabilidades futuras.

El valor y los ingresos de los activos del fondo podrían tanto aumentar como disminuir, lo cual provocará que el valor de su inversión se reduzca o se incremente. No puede garantizarse que el fondo alcance su objetivo, y es posible que no recupere la cantidad invertida inicialmente.

El fondo puede estar expuesto a diferentes divisas. Las variaciones en los tipos de cambio podrían afectar al valor de su inversión.

Puesto que el fondo posee un número pequeño de inversiones, la caída en el valor

de una única inversión podría tener un mayor impacto que si el fondo poseyese un mayor número de inversiones.

Invertir en mercados emergentes conlleva una mayor probabilidad de pérdidas debido a mayores riesgos políticos, fiscales, económicos, cambiarios, regulatorios y de liquidez, entre otros factores. Podrían surgir dificultades en la compra, venta, custodia o valoración de inversiones en tales países.

Otros riesgos asociados con el fondo se pueden encontrar en el Documento de Datos Fundamentales para el Inversor (KIID) y el Folleto del fondo.

El fondo invierte principalmente en acciones de compañías, con lo que es probable que experimente mayores fluctuaciones de precio que aquellos fondos que invierten en renta fija o liquidez. 

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Dos tercios de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de Naciones Unidas corren el riesgo de no cumplirse, según el último informe SDG Reckoning de M&G

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El último informe SDG Reckoning de M&G Investments revela que el mundo va camino de cumplir tan solo seis de los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible de Naciones Unidas (ODS de la ONU). Estos ODS de la ONU, puestos en marcha en 2015, constituyen un llamamiento a escala mundial para erradicar la pobreza, proteger el planeta y garantizar que todas las personas disfruten de paz y prosperidad en 2030. El análisis de M&G muestra que los avances en cerca de un 65 % de los ODS van por detrás de los objetivos, y que «no hay tiempo que perder» para conseguir una sociedad más inclusiva, que proteja la naturaleza e impulse una economía regenerativa de carácter circular.

El segundo informe SDG Reckoning de M&G evalúa el conjunto de los 17 ODS —a partir de una perspectiva general y desde el ángulo de la inversión de impacto— aplicando una escala del 1 al 10 a fin de evaluar el progreso llevado a cabo desde el ránking inaugural del año pasado. Con esta información, se determina si el mundo ha comenzado a llevar a la práctica sus compromisos de recuperación sostenible asociados a la pandemia. El informe de este año no solo se concentra en los objetivos que precisan inversiones con mayor urgencia, sino que también sugiere la forma que dicha inversión podría adoptar, así como el modo en que los inversores activos pueden apoyar y potenciar el efecto de las actuaciones en los distintos sectores.

Las cinco principales conclusiones del informe son las siguientes:

  1. Una puntuación media de progreso en 2020 de 4,1 sobre 10 en el conjunto de los 17 objetivos, sin variación respecto a 2019, y con nueve ODS sin cambios desde el informe del año pasado
  2. Cuatro objetivos han registrado un deterioro notable y, de ellos, tres están centrados en el ámbito social: ODS 1 (Fin de la pobreza), ODS 8 (Trabajo decente y crecimiento económico) y ODS 10 (Reducción de las desigualdades)
  3. Cuatro objetivos muestran mejoras: se han llevado a cabo algunos avances en los ODS 6 (Agua limpia y saneamiento), ODS 9 (Industria, innovación e infraestructura), ODS 11 (Ciudades y comunidades sostenibles) y ODS 13 (Acción por el clima).
  4. Pese a registrar ligeras mejoras, el ODS 13 (Acción por el clima) muestra una puntuación de tan solo 3 sobre 10 en la escala de progreso de M&G. Acontecimientos destacados como la Conferencia sobre el Cambio Climático COP26 en noviembre, serán una prueba fundamental sobre el grado de eficacia con que las colaboraciones por el desarrollo sostenible están funcionando.
  5. Los avances en los ODS 14 (Vida submarina) y ODS 15 (Vida de ecosistemas terrestres) —dos objetivos directamente vinculados con la lucha contra la pérdida de biodiversidad— son preocupantemente lentos. De cara a la próxima celebración de la Conferencia de la ONU sobre Biodiversidad, los responsables políticos deberán adoptar un enfoque iterativo para establecer objetivos a corto plazo ampliados pero alcanzables en materia de biodiversidad.

Ben Constable-Maxwell, responsable de Inversión de Impacto de M&G Investments, afirma: «Cumplir los ODS es una responsabilidad colectiva, en la que tanto los Gobiernos como las empresas, las organizaciones no gubernamentales, los inversores y los particulares desempeñan un papel relevante. Así, será preciso adoptar medidas de carácter urgente y colaborativo en áreas clave, lo que constituye un desafío abrumador, pero no imposible. No obstante, en lo relativo a los plazos no hay un minuto que perder: debemos actuar ya».

«Nuestro análisis muestra que aún queda mucho por hacer a escala mundial para cumplir los 17 objetivos de Naciones Unidas. Este esfuerzo colectivo resulta imprescindible en el ámbito del mandato social de los ODS, pero especialmente en áreas como la reducción de la pobreza, trabajo decente y mejor educación, que han quedado rezagados durante la pandemia. La inversión sostenible puede desempeñar un papel clave en la canalización de la inversión hacia las compañías con «elevados beneficios sociales». Yendo un paso más allá, la inversión de impacto puede liderar los esfuerzos mediante la financiación de soluciones en fase inicial o menos desarrolladas para los principales desafíos que afronta el mundo, así como propiciando mejoras en la medición y contabilización de los resultados no financieros. Debemos redoblar la presión, tanto sobre las compañías, para que informen sobre sus impactos en el mundo real, como sobre los inversores, para que adopten enfoques orientados al impacto».

El informe identifica tres temáticas fundamentales y estrechamente interconectadas que, a juicio de M&G, deben recibir atención e inversión adicional. Es preciso desplegar mayores esfuerzos para fomentar la inclusión social, ya que la crisis de la COVID-19 ha sumido a millones de personas en la pobreza. El informe también alerta sobre la necesidad urgente de cambiar a una economía mundial de carácter circular, dejando atrás el actual modelo lineal que genera residuos. Al mismo tiempo, la biodiversidad ha acaparado mayor interés en los últimos 12 meses, durante los que el mundo ha tomado conciencia de la cruda realidad de la pérdida de hábitats y recursos naturales, así como de las repercusiones que esto tiene sobre los ecosistemas que proporcionan los cimientos del bienestar humano y de la estabilidad del clima.

El valor de los activos del fondo podrían tanto aumentar como disminuir, lo cual provocará que el valor de su inversión se reduzca o se incremente. Es posible que no recupere la cantidad invertida inicialmente. Los puntos de vista expresados en este documento no deben considerarse como una recomendación, asesoramiento o previsión. No podemos ofrecerle asesoramiento financiero. Si no está seguro de que su inversión sea apropiada, consúltelo con su asesor financiero.

Si bien respaldamos los ODS, tenga en cuenta que no estamos asociados con la ONU y que nuestros fondos no están respaldados por dicha organización.

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Economía circular: la vía fácil hacia cero emisiones netas

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Randeep Somel, gestor en el equipo de Renta Variable de M&G Investments

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La mayoría de los países han aceptado el reto de recortar a cero sus emisiones netas de gases de efecto invernadero (GEI) de cara a 2050, y la necesidad de sustituir actividades que utilizan combustibles fósiles por fuentes de energía más limpias ha pasado a un primer plano. No obstante, si queremos alcanzar este objetivo, incorporar una economía circular será tanto una necesidad como una de las oportunidades más fáciles para recortar emisiones.

Con «economía circular» nos referimos a un sistema económico dirigido a eliminar los residuos y el uso incesante de recursos. Estos sistemas se proponen reemplazar el enfoque de «extraer, producir y tirar» de los modelos de negocio lineales tradicionales por un planteamiento de reducir, reutilizar y reciclar, creando un ciclo cerrado que minimiza el uso de recursos y la generación de residuos, contaminación y emisiones de carbono. 

Desde un punto de vista económico, el sistema circular trata de prolongar el uso de productos, equipamiento e infraestructura, mejorando así la productividad de estos recursos. Los vertederos son una gran fuente de emisiones de carbono, y reutilizar constantemente los recursos para evitar tirarlos beneficia tanto al planeta como a nuestras propias finanzas.

El valor de los activos del fondo podrían tanto aumentar como disminuir, lo cual provocará que el valor de su inversión se reduzca o se incremente. Es posible que no recupere la cantidad invertida inicialmente.

La oportunidad y su envergadura

El papel crucial de la economía circular

Aunque recortar las emisiones relacionadas con la energía sigue siendo el principal factor en nuestro objetivo de alcanzar la neutralidad de carbono, la transición hacia una economía circular brinda la oportunidad de reducir las emisiones globales en hasta un 20%. Reciclar productos de todo tipo, desde el cobre al plástico, significa que ahorramos energía al no tener que minar y crear material virgen. Además, es mucho más económico reutilizar y reciclar que comprar material nuevo.

A medida que se desarrollan las regulaciones en la ruta hacia la neutralidad de carbono en 2050, no debería sorprendernos constatar el fomento y la adopción crecientes de una economía más circular. Así lo confirma un estudio de Accenture, que estima que la economía circular podría generar 4,5 billones de dólares de producción económica adicional hasta 2030. Su labor identifica modelos de negocio circulares que ayudarán a desvincular el crecimiento económico del consumo de recursos naturales fomentando al mismo tiempo una mayor competitividad.

En M&G, hemos elaborado una lista de compañías que fomentan una economía circular como parte de sus modelos de negocio:

Ball Corp es el mayor fabricante de latas de aluminio del mundo. Dado que este metal puede reciclarse una y otra vez, un 75% de todo el aluminio producido en la historia todavía está en uso. La tasa de reciclaje global de las latas de aluminio es del 69%, respaldada por el hecho de que el producto residual tiene valor económico y puede separarse fácilmente en el proceso de gestión de residuos. Solamente un 43% de las botellas de PET (plástico) y un 46% de las de vidrio se recogen para reciclado, aunque no se reciclan necesariamente.

Las mayores tasas de recolección y de reciclado de la lata de aluminio conducen a una mayor circularidad, y sobre todo reducen la cantidad de material que se incinera o va a parar a vertederos en comparación con el PET y el vidrio.

  • Impacto: Ball Corp ayuda a ahorrar 4,25 millones de toneladas (Mt) de CO2 al año. Esto equivale a retirar 945.000 coches con motores de gasolina de las carreteras durante un año[1].

Brambles es una compañía logística activa en más de 60 países. Opera una plataforma de más de 300 millones de cajas y palés que constituyen el eje central invisible de cadenas de suministro globales, sobre todo en los sectores de bienes de consumo de alta rotación, productos perecederos, bebidas, comercio minorista y fabricación general. Las mayores marcas del mundo confían en Brambles para ayudarles a transportar productos esenciales de forma más eficiente, segura y sostenible. Sus cajas y palés están hechos de matera y se reciclan constantemente.

  • Impacto: Brambles ayuda a ahorrar 1,95 Mt de CO2 al año. Esto equivale a reciclar 650.000 toneladas de residuos en lugar de tirarlos al vertedero[2].

Darling Ingredients es un líder mundial en el reciclaje de productos cárnicos y aceites de cocina. La compañía convierte estos productos en alimentos, comida para animales, productos farmacéuticos y combustibles. El tratamiento de subproductos cárnicos permite capturar y reutilizar el carbono, en lugar de liberarlo en el medioambiente en forma de GEI. Darling Ingredients opera una red de  128.000 puntos de recogida en los Estados Unidos.

  • Impacto: En 2019, las emisiones de alcance 1 y 2* de Darling Ingredients fueron de 1,8 Mt de CO2, pero la empresa ahorró 5,5 Mt de CO2, con lo que su impacto climático neto fue de 3,65 Mt ahorradas. Esto equivale a las emisiones anuales estimadas de la ciudad de Leeds, en el Reino Unido[3].

*Emisiones de Alcance 1: todas las emisiones directas que proceden de las operaciones de una organización o bajo su control. Esto incluye la combustión de derivados del petróleo en sus instalaciones, emisiones de la flota propia de vehículos y emisiones “fugitivas”. Emisiones de Alcance 2: emisiones indirectas relacionadas con la compra o uso de electricidad por parte de la compañía. Las emisiones podrán ser almacenadas durante el proceso de producción de la energía y utilizadas posteriormente por la organización.

DS Smith es un líder sectorial en envasado sostenible que demuestra el potencial del reciclaje de circuito cerrado, un proceso mediante el cual los residuos se recogen, reciclan y reutilizan para fabricar el mismo producto original. Empleando materiales reciclados en sus cajas de cartón corrugado, M&G estima que la compañía británica evita la tala de 55 millones de árboles al año.

El mayor cliente de DS Smith es el gigante de comercio online Amazon, que aporta a sus operaciones una escala e impacto enormes.

  • Impacto: Las actividades de DS Smith brindan un ahorro neto de algo más de 650.000 toneladas de CO2 por año. Esto equivale a dotar a 120.000 viviendas de electricidad sin emisiones[4].

Trex es el mayor productor mundial de suelos compuestos para terrazas y exteriores. Esta alternativa es más duradera y sostenible que los suelos de madera, que representan la mayor parte de este mercado. Trex también tiene su propia red para recoger plástico y madera usados, lo cual evita que vayan a parar a vertederos. Los suelos compuestos de Trex son más resistentes, duraderos y de fácil mantenimiento que los tradicionales de madera. También evitan muchos de los aspectos de producción y mantenimiento intensivos en recursos asociados con estos últimos.

  • Impacto: En 2019, los suelos de Trex emitieron un 42% menos de GEI que los tratados con cobre alcalino cuaternario (ACQ)[5].

Fuente de los casos de estudio: sitios corporativos web de las compañías Ball Corporation, Brambles, Darling Ingredients, DS Smith y Trex. Estas cifras se basan en la información disponible más reciente de la documentación e informes de cada compañía.

Los puntos de vista expresados en este documento no deben considerarse como una recomendación, asesoramiento o previsión. No podemos ofrecerle asesoramiento financiero. Si no está seguro de que su inversión sea apropiada, consúltelo con su asesor financiero.

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[1] Fuente: https://nepis.epa.gov/Exe/ZyPDF.cgi?Dockey=P100U8YT.pdf

[2] Fuente: Brookfield Renewable Partners III report (pág. 24).

[3] Fuente: Leeds Carbon Roadmap report, pág. 2

[4] Fuente: Brookfield Renewable Partners III report (pág. 24).

[5] Fuente: La fuente de información proviene del informe de sostenibilidad de la empresa, disponible en su sitio webtrex-sustainability-report-catalog_d15-sspdf.pdf  (Pág. 31)

“Medir el impacto neto de las inversiones”

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Por Veronique Chapplow, directora de inversiones en el equipo de Renta Variable de M&G Investments.

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La idea de lograr el cambio es uno de los pilares de la inversión de impacto. Al fin y al cabo, buscamos un impacto positivo para la sociedad global (además de rentabilidad financiera a largo plazo) a través de nuestros fondos de impacto.

Para el inversor de impacto puede ser tentador concentrarse exclusivamente en los resultados positivos que aportan las compañías con los bienes y servicios que proporcionan. Sin embargo, es crucial buscar asimismo cualquier impacto negativo que pueda acechar en algún área de un negocio, quizá escondida en las cadenas de suministro. Y es que, por muy buenas que sean sus intenciones, ninguna empresa es más blanca que el blanco.

Tomemos por ejemplo el caso hipotético de un productor de energía eólica. Al generar electricidad de forma renovable, la compañía elimina combustibles fósiles del mix energético, ahorrando millones de toneladas de emisiones de carbono. No obstante, el proceso de fabricación de sus turbinas habrá creado emisiones. Esto habrá tenido un claro impacto medioambiental negativo, si bien eclipsado por el impacto positivo muy superior que ha permitido.

Siempre que capturemos los impactos negativos en nuestro análisis de una empresa, podremos sopesar si el impacto positivo que logra es mayor, y determinar así si su impacto neto es positivo. Este proceso lleva tiempo, ya que debemos analizar cada acción de forma individual.

Para ilustrar el impacto de una compañía, un punto de partida puede ser calcular qué porcentaje de sus actividades primarias guardan relación con uno de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) definidos por Naciones Unidas, que representan un marco universalmente reconocido para identificar soluciones sostenibles a los desafíos más apremiantes a los que se enfrentan el ser humano y el planeta.

Si bien respaldamos los ODS, tenga en cuenta que no estamos asociados con la ONU y que nuestros fondos no están respaldados por dicha organización

Estableciendo indicadores de impacto clave pertinentes para una compañía que genera impacto respecto a un ODS, podemos cuantificar su contribución al logro del mismo. A este respecto, no solo deberíamos considerar el avance realizado por las empresas en el marco de los ODS, sino también cómo evoluciona este con el tiempo monitorizando el cambio interanual en dichos indicadores de impacto.

Algunas compañías son sumamente transparentes a la hora de publicar sus indicadores clave de desempeño (como por ejemplo las emisiones de carbono que mitigan), mientras que otras podrían mejorar las cifras que revelan. Como inversores de impacto, necesitamos datos oportunos y relevantes para analizar el desempeño no financiero de las empresas y medir su avance a lo largo del tiempo. Es por ello que dialogamos con ellas para mejorar la cantidad y la calidad de los datos que publican.

Dicho esto, medir el impacto de la inversión en acciones cotizadas no es una ciencia exacta. La «adicionalidad» de nuestra inversión (es decir, la diferencia que marcamos con ella) puede entenderse considerando el impacto efectuado por las compañías en las que invertimos.

Como prueba de adicionalidad, podríamos preguntarnos cómo sería el mundo si una empresa en concreto no existiera, y considerar si tiene algún know-how tecnológico o huella de impacto que a una nueva compañía le resultara difícil reproducir.

Con independencia del modo en que las gestoras miden el impacto, creo que la transparencia frente a los inversores es crucial. Mostrando cómo trabajamos y mejorando de forma continua nuestras medidas a lo largo del tiempo podemos demostrar el impacto neto positivo de nuestras inversiones y evitar cualquier acusación de ecopostureo.

Los puntos de vista expresados en este documento no deben considerarse como una recomendación, asesoramiento o previsión.

El valor de los activos del fondo podrían tanto aumentar como disminuir, lo cual provocará que el valor de su inversión se reduzca o se incremente. Es posible que no recupere la cantidad invertida inicialmente.

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Los «SOLVERS»: inversión en soluciones para el cambio climático

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Si contemplamos la evolución de los mercados en última década, una tendencia seguramente vívida en la memoria de los inversores es el auge de las grandes tecnológicas, y en especial de los grupos estadounidenses, que se situaron a la vanguardia en sus respectivos sectores (como las redes sociales y las búsquedas por internet) y trastocaron otras áreas de actividad.

Su predominio lo ejemplifican Facebook, Amazon, Apple, Netflix y Alphabet (la matriz de Google), el grupo de acciones conocido como «FAANG». Al aumentar sus perspectivas a largo plazo, sus cotizaciones (y las de sus homólogos) se dispararon entre 2010 y 2020[1]. Esta tendencia se vio catalizada más si cabe durante los confinamientos de 2020[2] debido a la mayor dependencia de la sociedad global en la tecnología para el trabajo y el ocio, lo cual impulsó a la renta variable estadounidense hasta nuevos máximos[3].

Independientemente de si continúa o no el auge de las grandes tecnológicas, creo que un tema emergente dominará los mercados globales en la próxima década: la aparición de la sostenibilidad como prioridad inmediata y fundamental para los inversores.

El imperativo de la sostenibilidad

La pura y simple verdad es que la toma de medidas transformativas para abordar el cambio climático ya no puede aplazarse más. En 2019, Naciones Unidas estimó[4] que las emisiones globales deberían caer una media del 7% cada año desde 2020 hasta 2030 para limitar el aumento de la temperatura media de la superficie terrestre a 1,5º C respecto a los niveles preindustriales, un nivel al cual los riesgos y el impacto del cambio climático son más bajos.  Para lograr este objetivo, recogido en el Acuerdo de París de 2015, debemos lograr cero emisiones netas de gases de efecto invernadero (GEI) a nivel mundial de cara a 2050.

Superar este reto requiere reducciones profundas y de gran alcance de las emisiones en todos los aspectos de la economía en la década actual. Yo veo tres áreas clave en las que las compañías pueden ayudar de forma significativa en la lucha contra el cambio climático.

La primera es el recorte directo de emisiones en sus actividades o productos, ya sea sustituyendo insumos intensivos en carbono con alternativas renovables o diseñando componentes y sistemas que mejoren la eficiencia energética. La segunda son las soluciones corporativas que reducen la capacidad contaminante de la industria y del transporte, que en su conjunto representan un 35% de las emisiones totales a nivel global. La tercera es la contribución de las empresas a una economía más circular eliminando los residuos de su diseño y manteniendo materiales en uso.

Los «SOLVERS»

En lo que respecta a la transición a una economía de bajas emisiones y eficiente en su uso de recursos, las compañías europeas van a la vanguardia. Esto no debería sorprender a nadie, pues cabe afirmar que Europa ha tomado más medidas[5] que otras grandes economías para abordar las causas del cambio climático, creando un entorno favorable para las innovaciones verdes.

Las compañías europeas se han convertido en líderes globales en sus respectivos campos. En mi opinión, esta tendencia es ejemplificada por un grupo de pioneras que han desarrollado soluciones para los retos más importantes a los que se enfrenta el mundo, y que podríamos bautizar como «SOLVERS».

Schneider Electric – Schneider es un líder en sistemas eléctricos de bajo consumo, desde dispositivos de bajo voltaje hasta soluciones que optimizan procesos en edificios, centros de datos, el sector industrial y la red. El grupo francés, elegido como «la compañía más sostenible del mundo» en 2021[6] por Corporate Knights, permitió a sus clientes evitar la emisión de 89 millones de toneladas de CO2 equivalente en 2019, según estimaciones de la empresa[7].

Orsted – Ørsted es un líder en energía eólica marina y ha construido más parques eólicos marinos que ninguna otra compañía del mundo. Sustituyendo combustibles fósiles por electricidad generada por el viento, el grupo danés (que se propone alcanzar la neutralidad de carbono en 2025[8]) estima que evitó la emisión de 13 millones de toneladas de CO2 equivalente en 2020[9].

Linde – Linde es uno de los principales productores de gases industriales, desde oxígeno para hospitales hasta hidrógeno para combustibles limpios. El grupo germano-estadounidense también proporciona soluciones de procesamiento de gases que permiten a las compañías mejorar su eficiencia y recortar emisiones. Las aplicaciones de Linde permitieron evitar la emisión de 100 millones de toneladas de CO2 equivalente en 2019[10], según estimaciones propias.

Vestas – Vestas es un líder en la fabricación de turbinas eólicas y el mayor proveedor y operador de turbinas terrestres del mundo. Al permitir a sus clientes aprovechar el viento para generar electricidad de forma eficiente, la compañía danesa calcula que sus turbinas evitaron la emisión de 186 millones de toneladas de CO2 equivalente en 2020[11].

EDP Renováveis – EDP Renováveis es un líder en energía verde que genera un 100% de su electricidad de fuentes renovables, sobre todo turbinas eólicas. Al permitir la sustitución de combustibles fósiles, la compañía portuguesa calcula que ayudó a la sociedad global a evitar la emisión de 19 millones de toneladas de CO2 equivalente en 2019[12].

Rockwool – Rockwool es un líder en la fabricación de aislante no combustible de lana mineral, que reduce significativamente la necesidad de calefacción en viviendas y oficinas, y con ello el consumo de energía. La compañía danesa estima que el aislamiento para edificios que vendió en 2019 podría evitar la emisión de 200 millones de toneladas de CO2 equivalente durante su vida útil[13].

DS Smith – DS Smith es un líder sectorial en envasado sostenible que demuestra el potencial del reciclaje de circuito cerrado, un proceso mediante el cual los residuos se recogen, reciclan y reutilizan para fabricar el mismo producto original. Empleando materiales reciclados en sus cajas de cartón corrugado, M&G estima que la compañía británica evita la tala de 55 millones de árboles al año[14].

Al igual que el acrónimo FAANG es más simbólico que completo (omite acciones de gigantes tecnológicos como como Microsoft), esta lista no es ni mucho menos exhaustiva: existen muchas más empresas punteras en soluciones sostenibles, varias de ellas ubicadas en América del Norte.

Las compañías europeas (y las soluciones que desarrollan) parecen jugar un papel decisivo en la reducción de las emisiones, pese al hecho de que sus nombres todavía no forman un acrónimo mundialmente famoso.

Potencial a largo plazo

El cambio climático plantea un peligro real e inminente para el bienestar de las personas y para el planeta. En el marco de la concienciación creciente sobre la urgencia del reto al que nos enfrentamos, creo que compañías como los «SOLVERS» están bien situadas de cara al crecimiento sostenible a largo plazo.

La próxima década presenta una ventana crítica en la cual todavía estamos a tiempo de cambiar el rumbo del cambio climático. Para ello no solo tendremos que cambiar nuestro comportamiento, sino también invertir en gran medida —y con apremio— en la transición hacia una economía con bajas emisiones de dióxido de carbono.

La transición global para reducir el impacto de la actividad humana en las próximas décadas ya ha comenzado, impulsada por los esfuerzos para lograr una recuperación más sostenible tras la recesión mundial provocada por el COVID-19. En Europa, la sostenibilidad es uno de los pilares del plan de recuperación «Next Generation EU», que destinará 750.000 millones de euros a inversiones dirigidas a recortar las emisiones y fomentar las fuentes renovables y la eficiencia energética. El respaldo gubernamental debería ser un viento de cola para empresas capaces de acelerar esta transición, pero incluso sin él, el conjunto de la sociedad exige cada vez más productos y servicios más sostenibles.

No tiene por qué existir una disyuntiva entre el beneficio y el planeta.En mi opinión, las empresas capaces de proporcionar soluciones al reto climático pueden presentar oportunidades atractivas a los inversores con horizontes a largo plazo. A su vez, estos pueden contribuir a la solución de la emergencia climática.

El valor y los ingresos de los activos del fondo podrían tanto aumentar como disminuir, lo cual provocará que el valor de su inversión se reduzca o se incremente. Es posible que no recupere la cantidad invertida inicialmente.

Los puntos de vista expresados en este documento no deben considerarse como una recomendación, asesoramiento o previsión. No podemos ofrecerle asesoramiento financiero. Si no está seguro de que su inversión sea apropiada, consúltelo con su asesor financiero.

M&G Investments

Acerca el autor

Randeep Somel ha gestionado el M&G Climate Solutions Fund desde su lanzamiento en noviembre de 2020. Randeep se unió a M&G Investments en 2005 y gestionó los fondos M&G Global Themes y Managed Growth entre 2013 y 2017. En 2019 fue nombrado gestor asociado del M&G Positive Impact Fund y es miembro del Comité de renta variable de impacto.

Esta información no constituye una oferta ni un ofrecimiento para la adquisición de acciones de inversión en cualquiera de los fondos de M&G. Promoción financiera publicada por M&G International Investments S.A. Domicilio social: 16, boulevard Royal, L-2449, Luxembourg.


[1]. Top Stocks Of The 2010s | Nasdaq.

[2]. Tech’s top seven companies added $3.4 trillion in value in 2020 (cnbc.com).

[3]. S&P 500® – S&P Dow Jones Indices (spglobal.com).

[4]. https://www.unenvironment.org/news-and-stories/press-release/united-science-report-climate-change-has-not-stopped-covid19.

[5]. Avance realizado recortando emisiones | Acción por el clima (europa.eu).

[6]. Top company profile: Schneider Electric leads decarbonizing megatrend | Corporate Knights.

[7]. SCHNEIDER SUSTAINABILITY REPORT 2020 – Climate Contribution (se.com).

[8]. Informe de desempeño ESG 2019 de Ørsted.

[9]. esgperformance2020 (orsted.com), p.18.

[10]. Climate Change (linde.com).

[11]. Informe de sostenibilidad 2020 de Vestas (p.2).

[12]. Informe anual online EDPR 2019 | EDP Renováveis.

[13]. A net carbon negative impact (rockwool.com).

[14]. Informe de impacto anual 2020 del M&G Positive Impact Fund, p.38 (estimación de M&G).

Tres pasos para superar la ansiedad de inversión

Gestora, M&GEtiquetas ,
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Por favor consulte el glosario para una explicación de los términos de inversión que aparezcan en este artículo.

Por horrible que se sea el dicho de que la incertidumbre suele ser la única certeza, no es por ello menos cierto. A la hora de invertir en nuestro futuro, la constante de la incertidumbre puede ser inquietante: al fin y al cabo, nadie quiere ver desplomarse el valor del ahorro que tanto le ha costado acumular.

A algunas personas les preocupa más que a otras el potencial de perder dinero, quizá debido a su disposición o circunstancias, y esta propensión a la ansiedad conlleva el peligro de que el miedo a la incertidumbre las lleve a tomar decisiones costosas. Sucumbir al pánico cuando los mercados caen, por ejemplo, puede significar vender en el peor momento posible, cuando el valor de los activos se halla en mínimos.

Si los altibajos de los mercados globales le quitan el sueño, le presentamos tres medidas que pueden aportarle tranquilidad y ayudarle a proteger sus inversiones frente a la incertidumbre.

  • Diversifique sus inversiones

Pase lo que pase en el mundo, diversificar una cartera es una regla de oro a la hora de invertir. Repartir el dinero en un amplio abanico de valores, pero también entre distintos tipos de activos, reduce la probabilidad de que cualquier desplome individual ponga en peligro nuestro futuro financiero.

La diversificación efectiva tiene dos aspectos importantes. El primero es la diversificación geográfica, ya que la incertidumbre y el riesgo de mercado suelen estar localizados, centrados en torno a una región o país concreto. Al invertir en una gama de activos globales, y no solo en un país o región individual, uno minimiza el peligro de que eventuales problemas de ámbito nacional den al traste con sus planes financieros.

El segundo elemento es la diversificación por clases de activos. El valor de los distintos activos (como la deuda soberana y las acciones de compañías) rara vez sube o baja en tándem. En periodos en los que la renta variable global se ha desplomado, como a comienzos de 2020, el valor de los bonos emitidos por grandes gobiernos desarrollados ha tendido a subir, al percibirse a menudo como activos «refugio» que conllevan menos riesgo.

No obstante, recuerde que las rentabilidades obtenidas en el pasado no son necesariamente indicativas de rentabilidades futuras.

  • Considere estrategias alternativas

Elegir una combinación de activos capaces de navegar condiciones de mercado complicadas no es tarea fácil, pero existen enfoques de inversión que tratan de generar rentabilidad con independencia de la coyuntura reinante.

Cuando un equipo de inversión experimentado tiene libertad de emplear una amplia gama de herramientas de inversión para beneficiarse de los altibajos que experimentan los mercados, puede intentar proporcionar rentabilidades más estables al inversor. Esto puede implicar la inversión en una amplia variedad de activos alternativos, incluidas las divisas, y el uso de instrumentos financieros denominados derivados. 

Tales estrategias nunca deberían considerarse como inversiones libres de riesgo, pero si uno está dispuesto a sacrificar cierto potencial al alza (menos rentabilidad de inversión) a favor de un potencial a la baja limitado (menores pérdidas), podrían ser un elemento apropiado de su cartera.

  • Concéntrese en sus objetivos

Ciertos periodos siempre parecerán más inquietantes que otros. Cuando reina el miedo en torno a la economía global, es natural sentirse instintivamente menos seguro y más cauto sobre las perspectivas de nuestras inversiones que durante las buenas rachas.

No obstante, la mayoría de nuestros horizontes de inversión se miden en años, y a menudo en décadas, en lugar de semanas o meses. Y si uno trata de rentabilizar su dinero de cara al largo plazo, ¿por qué debería preocuparse excesivamente por lo que ocurre mañana en los mercados?

Ver como el valor de sus inversiones cae considerablemente de un día para otro puede ser incómodo, pero recuerde que volatilidad no equivale a riesgo. El verdadero riesgo no es la posibilidad de pérdidas transitorias sobre el papel, sino la de pérdidas permanentes cuando uno vende sus inversiones.

Concentrarse en sus objetivos (ya se trate de ver crecer sus ahorros durante su carrera o generar de forma sostenible una fuente de renta fiable de cara a la jubilación) debería ayudarle a no tomar decisiones precipitadas capaces de perjudicar sus intereses a largo plazo.

No perder la perspectiva ante la incertidumbre es más difícil de lo que parece, pero mantener la sangre fría mejorará las posibilidades de hacer realidad sus ambiciones de futuro, el objetivo final por el que se decidió a invertir inicialmente.

El valor y los ingresos de los activos del fondo podrían tanto aumentar como disminuir, lo cual provocará que el valor de su inversión se reduzca o se incremente. Es posible que no recupere la cantidad invertida inicialmente.

Los puntos de vista expresados en este documento no deben considerarse como una recomendación, asesoramiento o previsión. No podemos ofrecerle asesoramiento financiero. Si no está seguro de que su inversión sea apropiada, consúltelo con su asesor financiero.

Esta información no constituye una oferta ni un ofrecimiento para la adquisición de acciones de inversión en cualquiera de los fondos de M&G. Promoción financiera publicada por M&G International Investments S.A. Domicilio social: 16, boulevard Royal, L-2449, Luxembourg.

Invertir durante la jubilación: ¿existe espacio para el crecimiento?

Gestora, M&G
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A lo largo de los años y décadas en los que ha ido acumulando su patrimonio, lo más probable es que su principal objetivo haya sido el crecimiento, a fin de maximizar el valor de sus ahorros.

Durante la jubilación, sin embargo, la obtención de una renta de sus inversiones podría primar sobre el crecimiento del capital. Después de todo, un flujo adicional de ingresos podría ayudarle a hacer realidad sus ambiciones.

Pero incluso si da usted prioridad a la renta, podría tener sentido mantener una porción de sus inversiones generando rentabilidad, en busca de crecimiento. Esto quizá pueda sonar contraintuitivo, pero a continuación le presentamos cuatro formas de lograrlo.

Considerar la inflación

La inflación es la enemiga de todo ahorrador, pero sobre todo de quienes dependen de sus ahorros e inversiones para obtener ingresos. Si su rentabilidad no aumenta como mínimo al mismo ritmo que los precios de los bienes y servicios, el valor real de su capital disminuirá.

Invertir parte de su cartera en busca de crecimiento puede compensar algunos de los efectos erosivos de la inflación si tiene éxito. Al fin y al cabo, el valor de los activos suele subir si gozan de demanda o mejoran sus perspectivas, aunque a la hora de invertir nunca existen garantías.

Diversificar enfoques

Con frecuencia, enfoques de inversión distintos registran rentabilidades diferentes bajo las mismas circunstancias. Por ejemplo, las estrategias más ambiciosas orientadas al crecimiento tienden a generar resultados más cíclicos que ciertos enfoques de reparto: suelen destacarse en fases bursátiles alcistas, y rezagarse cuando los inversores se muestran más pesimistas.

De este modo, asignar una parte de su cartera a estrategias de crecimiento podría servir de contrapeso para activos más fiables que generen renta, siempre que acepte los mayores riesgos que conlleva perseguir el crecimiento del capital. En general, cuanto más riesgo asuma, mayor será el crecimiento (o caída) potencial del valor de su inversión.

El valor y los ingresos de los activos del fondo podrían tanto aumentar como disminuir, lo cual provocará que el valor de su inversión se reduzca o se incremente. Es posible que no recupere la cantidad invertida inicialmente.

No pierda el tren

En la última década, las empresas tecnológicas globales han figurado entre las acciones más exitosas en las que invertir1. Sin embargo, quien haya invertido exclusivamente en busca de renta se habrá perdido completamente esta enorme revalorización: las compañías emergentes –y no solo en el sector tecnológico– rara vez reparten liquidez a sus accionistas en forma de dividendos, al reinvertir todo beneficio que generen para potenciar su crecimiento futuro.

Invirtiendo parte de su cartera en compañías con perspectivas de crecimiento a largo plazo podría evitar perderse oportunidades futuras.

Dejar un legado

Si tiene en mente a las generaciones futuras en algunas de sus inversiones, podría tener sentido adoptar un enfoque más largoplacista y dar a ese capital más oportunidades para crecer.

Cuando invierte para alguien más joven, es más probable que su horizonte de inversión se mida en décadas en lugar de meses. Por consiguiente, debería poder adoptar una visión a muy largo plazo y dar prioridad al crecimiento del patrimonio de cara al futuro, ignorando las fluctuaciones a corto que experimentarán inevitablemente los activos, así como cualquier consideración de generación de renta.

Así, en función de su horizonte de inversión y su actitud frente al riesgo, las estrategias de inversión que persiguen el crecimiento del capital podrían realizar una valiosa contribución a su seguridad financiera a largo plazo, y posiblemente a la de su familia.

Los puntos de vista expresados en este documento no deben considerarse como una recomendación, asesoramiento o previsión. No podemos ofrecerle asesoramiento financiero. Si no está seguro de que su inversión sea apropiada, consúltelo con su asesor financiero. El valor y los ingresos de los activos del fondo podrían tanto aumentar como disminuir, lo cual provocará que el valor de su inversión se reduzca o se incremente. Es posible que no recupere la cantidad invertida inicialmente.

Más información en: http://www.mandg.es/

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1 Fuente: Source: https://www.cnbc.com/2019/12/13/the-best-performing-stocks-of-the-decade-it-all-starts-with-netflix.html

Invertir por el bien de todos: en busca de impacto «real»

Gestora, M&G
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Autor: Ben Constable-Maxwell, Director de inversión sostenible y de impacto en M&G Investments

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Una búsqueda rápida en Google de «impact investing» (inversión de impacto) arroja más de 300 millones de resultados. Muy pocos de ellos serán relevantes, por supuesto, pero esto muestra que no faltan las opciones si uno desea invertir en busca de rentabilidad y de objetivos adicionales.

Sin embargo, la proliferación de productos presenta un problema. Con tantos entre los que elegir, ¿cómo podemos seleccionar el más adecuado? No obstante, antes de ello existe otro reto a superar: ¿Cómo podemos distinguir entre los fondos de impacto genuinos y los que sencillamente se presentan como tales?

En mi opinión, cuando uno desea tener impacto real con sus inversiones puede buscar varias cualidades clave.

Evaluar las intenciones

Un buen modo de empezar es analizar los objetivos de los fondos. Un fondo de impacto auténtico debería tener sus metas no financieras codificadas en su ADN. En lugar de ser una reflexión tardía o una consideración secundaria, los objetivos relacionados con el impacto deberían, como mínimo, tener la misma importancia que los financieros.

Por supuesto, la concentración en el logro de impacto debería verse reflejada en aquello en lo que invierte el fondo. Por lo que respecta a enfoques que invierten en acciones cotizadas, el impacto para los inversores en el fondo dependerá del impacto aportado por las compañías en cartera.

Para seleccionar acciones con impacto, los gestores podrían tratar de medir hasta qué punto las empresas se proponen de forma explícita abordar problemas societarios y medioambientales. Su impacto debería ser intencional, no accidental, y verse reflejado en acciones y no meras palabras.

Considerar el proceso

Como en cualquier estrategia de inversión, debería existir un marco sólido y repetible para evaluar de forma consistente los argumentos a favor de inversiones potenciales. Al invertir en renta variable con impacto, esto implica varios pasos.

Un aspecto importante es que no basta con excluir sencillamente ciertos sectores perjudiciales, como el tabaco, o empresas cuyos procesos tienen bajas puntuaciones en medidas no financieras, como la polución o la corrupción. Estas “preselecciones” suelen ser útiles, pero yo creo que son meramente un primer paso.

Los inversores de impacto deberían identificar y medir explícitamente el impacto positivo que proporciona una compañía. Una forma de hacerlo es cotejarlo frente a los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) definidos por Naciones Unidas, una codificación universalmente reconocida de los desafíos más apremiantes a los que se enfrentan el ser humano y el planeta, desde la reducción de la pobreza hasta la lucha contra el cambio climático.

Podemos comparar las actividades de una compañía con un Objetivo primario y cualquier Objetivo secundario relevante, y cuantificar su contribución hacia su logro. Creo que no solo deberíamos considerar el avance realizado por las empresas en el marco de los ODS a través de sus productos y servicios, sino también el modo en que permiten a otras empresas tener un impacto positivo.

Así, combinando la tesis de inversión de impacto con la de inversión financiera, las gestoras pueden seleccionar compañías con potencial de generar crecimiento rentable e impacto positivo.

Concentrarse en el resultado

Evaluar el impacto de sus inversiones es un principio clave de la inversión de impacto. Creo que los inversores deberían esperar de las gestoras de fondos de impacto que midan e informen sobre el impacto que se ha conseguido.

Dicho esto, medir el impacto de la inversión en renta variable no es una ciencia exacta, y existen varios enfoques diferenciados. Algunos intentan destilar el impacto que puede tener cada suma de 10.000 euros invertida en un fondo, como por ejemplo litros de agua ahorrados o incluso vidas salvadas. En mi opinión, aquí se corre peligro de simplificación excesiva o de conjeturación en las estimaciones.

A no ser que uno invierta de cara al logro de un objetivo de impacto específico, como la disminución de las emisiones de dióxido de carbono, ¿tiene realmente sentido agregar los impactos de las empresas a nivel de cartera? Yo creo que hacerlo es irrelevante en el mejor de los casos, y engañoso en el peor de ellos.

A mi juicio es más útil concentrarse en el impacto de cada compañía específica, evaluando cómo su desempeño está alineado con el ODS más relevante, así como la madurez del negocio. Estableciendo indicadores clave de desempeño pertinentes a la hora de determinar el impacto de esa compañía en el marco de ese ODS, podemos evaluar si realizamos una contribución positiva a través de nuestra inversión.

Con independencia del modo en que las gestoras midan el impacto, la transparencia hacia los inversores es crucial. Compartiendo con ellos lo que consideramos impacto —y desarrollando continuamente el modo en que lo medimos— podemos distinguir de forma más clara entre la inversión de impacto «real» y el mero ecopostureo o «marketing verde».

El valor y los ingresos de los activos del fondo podrían tanto aumentar como disminuir, lo cual provocará que el valor de su inversión se reduzca o se incremente. Es posible que no recupere la cantidad invertida inicialmente.

Los puntos de vista expresados en este documento no deben considerarse como una recomendación, asesoramiento o previsión. No podemos ofrecerle asesoramiento financiero. Si no está seguro de que su inversión sea apropiada, consúltelo con su asesor financiero.

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«La COVID-19 conciencia a los inversores de la importancia del aspecto social»

M&G
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Entrevista con Kelly Hébert, Responsable Global de Distribución ESG

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¿Cómo pueden los inversores reconciliar la búsqueda de rentabilidad y el respeto de los esfuerzos globales para abordar el calentamiento del planeta?

Como gestora británica, nuestro enfoque ESG (factores medioambientales, sociales y de gobierno corporativo, por sus siglas en inglés) ha puesto énfasis tradicionalmente en la G, el gobierno corporativo. De hecho, eso es lo que hacían muchos selectores de valores. En los últimos años, sin embargo, los factores medioambientales y sociales han atraído mucha atención, en el marco de los riesgos que puede plantear el cambio climático. Como inversores activos, estamos igualmente implicados en iniciativas climáticas y organizaciones como Climate Action 100+1, un grupo de inversores que ejerce una presión mayor y más efectiva en los 100 mayores emisores de dióxido de carbono del mundo a fin de acelerar la transición energética. No obstante, también interactuamos directamente con compañías votando en juntas de accionistas o conectando con ellas de forma proactiva.

Como empresa, M&G pretende alcanzar cero emisiones netas de CO2 de cara a 2030, y en las carteras que gestiona de cara a 2050. Esto requiere un diálogo activo con las compañías en las que invertimos, para que entiendan lo que verificamos y cómo avanzan hacia los objetivos climáticos. También ejercemos nuestro derecho de voto. Aunque no es el escenario ideal, podemos llegar a vender nuestra inversión si las empresas no cumplen sus objetivos. Todos tenemos una responsabilidad a este respecto.

Los datos se procesan de forma diferente en función del universo de inversión de activos cotizados o ilíquidos (activos que no se pueden vender o intercambiar fácilmente por efectivo). Las empresas cotizadas son objeto de un mayor escrutinio, con lo que aquellas capaces de revelar con precisión sus datos climáticos pueden beneficiarse de forma tangible en el futuro. Esto les permite proteger y reforzar su reputación, ya que la transparencia es crucial a la hora de atraer capital en el universo cotizado. Quien revele primero sus resultados gozará de una ventaja competitiva, pues los mayores inversores del mundo —fondos de pensiones y aseguradoras— están sujetos a restricciones regulatorias para satisfacer sus obligaciones climáticas.

Hoy en día, muchos inversores aplican estrategias de exclusión, pero nosotros preferimos respaldar a las empresas en la transición. Este es un aspecto importante: Naciones Unidas estima que la pérdida económica agregada de todas las compañías debido a la inacción sobre cuestiones climáticas en los últimos 20 años alcanza los 3 billones de dólares2.

¿Qué nos jugamos con las energías renovables?

A día de hoy, las renovables solamente representan un 4% de las fuentes energéticas del mundo. Para satisfacer los requisitos del Acuerdo de París sobre cambio climático, la energía verde deberá representar de un 70% a un 90% de la energía total disponible de cara a 2050. Queda mucho por hacer, y queremos ayudar a lograrlo.

Varias regulaciones que se están introduciendo actualmente en Europa impulsarán la transición. El paquete de recuperación europeo de 750.000 millones de euros anunciado antes del verano incluye algo menos de un 40% de ayuda climática3. Esto incentiva a las compañías a informar sobre sus esfuerzos de ámbito climático (a fin de recibir subsidios o pagar menos impuestos) pero también es una cuestión regulatoria.

¿Y qué hay de la gestión basada en índices?

La capitalización del productor de carbón estadounidense Peabody Energy ha disminuido en 20.000 millones de dólares en los últimos años. Ello ilustra que la inclusión en un índice de mercado no basta para proteger a una compañía incapaz de adaptarse a la realidad climática, lo cual podría ocurrir asimismo en otros sectores.

La inversión de impacto es el dominio de las gestoras. Estas estrategias requieren mucha energía intelectual, ya que ningún proveedor de calificaciones es capaz hoy en día de evaluar el impacto neto de una empresa. También verificamos lo intencional del enfoque de una compañía, así como como su adicionalidad: ¿Representa el servicio o producto una mejora respecto a alternativas existentes? Este es el aspecto de mayor crecimiento en el ámbito ESG, al responder a la demanda de los inversores de materializar sus contribuciones a la lucha contra los problemas globales y reflejar con ello sus convicciones morales y sociales.

¿De dónde proceden los datos no financieros y cómo tratáis de mejorar la divulgación de esta información?

Los datos son una importante área en la que trabajamos. Bajo la regulación SFDR4, las gestoras con más de 500 empleados deberán informar sobre 32 temas relacionados eminentemente con el medioambiente a partir de marzo de 2021. La estandarización de los datos es un paso en la dirección correcta, pero deberemos revelar información no siempre comparable con todas las empresas, y no orientada al futuro. Por ello, es más bien una cuestión de control de riesgos que de impacto real, pero es un paso necesario. La estandarización ofrecerá transparencia y más comparabilidad al público, lo cual debería conducir a un marco de inversión más favorable. Ese es el objetivo final: destinar más capital a soluciones de sostenibilidad.

¿Qué tendencias detectáis en 2020 y 2021 en materia ESG?

El COVID-19 ha trastocado profundamente nuestras vidas y ha puesto de relieve los desequilibrios sociales y medioambientales de nuestro planeta. Esto ha supuesto un cambio en nuestras prioridades y nuestro modo de pensar sobre la inversión. La integración de criterios medioambientales, sociales y de gobierno corporativo (ESG) se convertirá en un elemento esencial para las gestoras.

Dicho esto, también vemos una demanda creciente de medidas temáticas como infraestructura, clima, etc. En un mundo enfrentado a numerosos desafíos, los inversores buscarán soluciones para reconstruir y respaldar una recuperación sostenible del crecimiento. Esta concienciación generalizada debería acelerar la importancia de la inversión de impacto, una solución que busque satisfacer el doble objetivo de obtener rentabilidades financieras atractivas a largo plazo y ayudar al planeta mediante un impacto sostenible mensurable.

Como ejemplo de nuestros logros en Europa, M&G ha obtenido la etiqueta «Towards Sustainability» de la Federación Belga del Sector Financiero (Febelfin), una de las más estrictas en la región. En M&G estamos comprometidos con abordar estos retos sociales, con lo que podrá encontrarnos en un número creciente de estrategias sostenibles y temáticas.

El valor y los ingresos de los activos del fondo podrían tanto aumentar como disminuir, lo cual provocará que el valor de su inversión se reduzca o se incremente. Es posible que no recupere la cantidad invertida inicialmente. Las rentabilidades pasadas no son un indicativo de las rentabilidades futuras.

Los puntos de vista expresados en este documento no deben considerarse como una recomendación, asesoramiento o previsión. No podemos ofrecerle asesoramiento financiero. Si no está seguro de que su inversión sea apropiada, consúltelo con su asesor financiero. M&G Investments

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Enlaces de interés:

1. http://www.climateaction100.org/

2. ONU, 12 de octubre de 2020: https://news.un.org/fr/story/2020/10/1079642.

3. https://www.europarl.europa.eu/.

4. Reglamento sobre divulgación de información de sostenibilidad financiera (SFDR, por sus siglas inglesas), publicación de PWC 2020.

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