Por qué los inversores activos pueden ser responsables

Gestora, M&G

Por favor consulte el glosario para una explicación de los términos de inversión que aparezcan en este artículo.

En M&G Investments estamos firmemente convencidos del poder de la inversión activa. Esto es así porque creemos poder lograr mejores resultados para nuestros clientes utilizando nuestros conocimientos y experiencia profesionales a la hora de seleccionar inversiones individuales.

Consideramos nuestra responsabilidad ayudar a nuestros clientes a lograr sus objetivos financieros tratando de generar rentabilidades sostenibles en el largo plazo, pero también reconocemos su deseo creciente de alinear sus inversiones con sus valores medioambientales y sociales.

Invertir de forma selectiva y concentrada en valores individuales, y no de forma «pasiva» en áreas enteras del mercado, nos permite poner el dinero de nuestros clientes a trabajar de forma responsable para las personas y para el planeta.

¿Qué significa invertir de forma responsable?

Creemos que considerar todos los factores que pueden afectar de forma sustancial al resultado de una inversión, ya sea positiva o negativamente, forma parte de nuestro papel como inversores responsables. 

Esto incluye factores medioambientales, sociales y de gobierno corporativo (ESG), que pueden pasarse por alto en un análisis concentrado exclusivamente en medidas financieras más tradicionales, como la rentabilidad, los activos y los pasivos.

En última instancia, es probable que las implicaciones de una mala gestión corporativa y de la desatención del medioambiente o de la sociedad afecten negativamente al desempeño de una compañía, con lo que desde un punto de vista financiero tiene sentido tener en cuenta estos factores: ignorarlos podría ser costoso a largo plazo, tanto para los inversores como para la sociedad.

Lo que puede ofrecer un enfoque activo

Creemos que tener en cuenta factores ESG es un proceso mucho más complejo y sutil que simplemente filtrar compañías o sectores percibidos como censurables; al fin y al cabo, el mundo es rara vez blanco y negro. 

Como inversores activos, incluimos cuestiones ESG en nuestro análisis y decisiones de inversión cuando son relevantes para el riesgo y la rentabilidad potencial. Investigamos compañías de forma individual para comprender en profundidad de qué forma pueden afectar los factores ESG al riesgo y la rentabilidad esperados de una inversión. 

Las ventajas de la integración ESG son un aspecto potente de la inversión activa, pero existe otro elemento clave a la hora de invertir de forma responsable: el activismo inversor. Como inversores activos, podemos interactuar de forma constructiva con los equipos directivos de compañías y organizaciones en las que invertimos, con objeto de entender mejor sus debilidades y puntos fuertes en materia ESG, y de fomentar mejores prácticas en este ámbito de ser necesario. 

La votación activa e informada también puede ser un elemento clave de nuestra responsabilidad a largo plazo con el cliente. Al ejercer nuestro voto como accionistas de una empresa, tratamos de generar valor añadido y proteger los intereses de nuestros clientes.

Inversión de impacto

El examen crítico que aplican los inversores activos a las decisiones de inversión es especialmente importante cuando se persiguen objetivos no financieros además de rentabilidad. A la hora de invertir para lograr un impacto positivo, los inversores deben evaluar en qué medida las compañías tratan de abordar cuestiones sociales y medioambientales, para luego medir su contribución en estos ámbitos, ya sea reduciendo las emisiones de dióxido de carbono o salvando vidas. Dicho impacto puede adoptar varias formas, desde productos y servicios pioneros o el impulso de mejoras de sostenibilidad en su sector, hasta el suministro de herramientas a otras compañías para permitirles tener impacto.

Este análisis en profundidad exige una lente cualitativa que se presta mejor a los enfoques de inversión activa. Por definición, a los enfoques pasivos les cuesta capturar las sutilidades de la inversión de impacto.

Esto no significa que las estrategias pasivas no tengan lugar en una cartera bien equilibrada, pero es importante comprender sus limitaciones. Si desea que sus ahorros se inviertan para lograr más que mera rentabilidad financiera, puede apuntar más alto adoptando un enfoque activo.

El valor y los ingresos de los activos del fondo podrían tanto aumentar como disminuir, lo cual provocará que el valor de su inversión se reduzca o se incremente. Es posible que no recupere la cantidad invertida inicialmente.

Los puntos de vista expresados en este documento no deben considerarse como una recomendación, asesoramiento o previsión. No podemos ofrecerle asesoramiento financiero. Si no está seguro de que su inversión sea apropiada, consúltelo con su asesor financiero.

Esta información no constituye una oferta ni un ofrecimiento para la adquisición de acciones de inversión en cualquiera de los fondos de M&G. Promoción financiera publicada por M&G International Investments S.A. Domicilio social: 16, boulevard Royal, L2449, Luxembourg. 

La economía circular como solución para el cambio climático

Gestora, M&GEtiquetas

Autor: Ben Constable-Maxwell, Director de inversión sostenible y de impacto en M&G Investments

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Mientras la sociedad global lucha contra la pandemia de COVID-19, resulta difícil ignorar las manifestaciones físicas del cambio climático. Las imágenes apocalípticas de incendios forestales en California, que han consumido más de 800.000 hectáreas en lo que va de año, contrastan con el retroceso del hielo ártico debido a temperaturas récord en la región. 

Se prevé que el periodo de cinco años transcurrido desde la firma del Acuerdo de París sobre cambio climático en 2015 habrá sido el más cálido desde que se registran datos. Las partes que ratificaron dicho acuerdo se comprometieron a esforzarse para limitar el aumento de la temperatura mundial media a 1,5° C por encima de los niveles preindustriales, lo cual se traduce en cero emisiones netas de gases de efecto invernadero (GEI) de cara a 2050. 

Tal como ha dejado claro el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre Cambio Climático (IPCC), si no logramos recortar drásticamente las emisiones nos arriesgamos a sufrir daños irreversibles en los ecosistemas y la economía globales. Por consiguiente, es sumamente urgente identificar e implementar soluciones.

Hasta ahora, la atención se ha concentrado en descarbonizar el sistema energético migrando hacia fuentes de energía renovable y mejorando la eficiencia energética. No obstante, existe otra respuesta a este desafío que de momento se ha pasado por alto: la economía circular.

«La transición hacia las energías renovables juega un papel vital en la lucha 
contra el cambio climático, pero no será suficiente. Para lograr los objetivos climáticos, 
es crucial que transformemos el modo en que diseñamos, producimos 
y utilizamos los productos y alimentos que consumimos.»

Dama Ellen MacArthur, fundadora de la Fundación Ellen MacArthur

Reducir, reutilizar y reciclar

La economía circular es una alternativa al modelo lineal tradicional de «extraer, producir y tirar» en base al cual los recursos se extraen, utilizan y desechan al final de su vida. Los tres principios de la economía circular (eliminar residuos y contaminación desde el diseño, mantener productos y materiales en uso el máximo tiempo posible y regenerar los sistemas naturales) representan una plantilla para solucionar muchos retos globales apremiantes.

Se estima que el mundo genera 2000 millones de toneladas de residuos sólidos cada año. Los procesos de «ciclo cerrado» basados en estos tres principios pueden permitir al mundo desvincular el desarrollo económico a largo plazo de la extracción de recursos, además de reducir la generación innecesaria de residuos y mitigar los riesgos de escasez de materias primas. Pero un aspecto crucial es que el paso a una economía circular puede desempeñar una función esencial en la lucha contra el cambio climático, al respaldar la transición a una economía de bajas emisiones y con un uso de recursos eficiente.

Aunque en torno a un 55% de los GEI proceden del sector energético a través de la quema de combustibles fósiles para la generación de energía, calor y transporte, el 45% restante

procede del modo en que producimos nuestros productos y alimentos. Sin abordar esto último, ni siquiera nos acercamos al logro de los objetivos del Acuerdo de París.

Cerrar el ciclo para el planeta

Los principios de los procesos circulares pueden aplicarse para reducir las emisiones en todas las áreas de la economía, pero tendrán inevitablemente un impacto considerable en ciertos sectores. 

Las industrias del cemento y del acero, por ejemplo, son dos de las más intensivas en carbono: se estima que en su conjunto representan de un 12% a un 14% de las emisiones globales. En el caso del acero, sustituir mineral de hierro y carbón con chatarra reciclada puede limitar la extracción de recursos, la deforestación y la contaminación. Para el cemento, el empleo del carbono emitido por otras industrias como materia prima en el proceso de fabricación puede reducir las emisiones.

En otro ejemplo, los residuos y pérdidas alimentarios representan un 6% de los GEI globales. Además de eliminar residuos en toda la cadena alimentaria a través de un mejor diseño, los procesos circulares podrían servir para regenerar los sistemas naturales (y potenciar la productividad agrícola) utilizando residuos orgánicos como materia prima para regenerar el suelo y capturar carbono.

Algunas compañías ya han adoptado la circularidad en sus modelos de negocio y están avanzando mucho hacia procesos de ciclo cerrado capaces de superar retos de sostenibilidad. DS Smith es una empresa líder en el sector de envasado sostenible y reciclable; las fibras en su papel y cartón (producidas a partir de fuentes renovables) pueden ser reprocesadas en sus fábricas y reciclarse hasta 25 veces. Por su parte, el grupo de logística global Brambles está recortando considerablemente sus emisiones de carbono y su uso de agua reutilizando sus cajas y palés. 

Oportunidades de negocio sostenibles

La economía circular consiste en optimizar el uso de los recursos y eliminar los residuos. La adopción de principios de ciclo cerrado en el diseño de productos y modelos de negocio, sobre todo cuando son intensivos en carbono, puede reducir drásticamente las emisiones de GEI. 

No obstante, también tiene sentido desde un punto de vista financiero. En un mundo en el que cabe esperar un aumento del coste de la contaminación y de los residuos, diseñar y fabricar productos teniendo en cuenta desde un principio su eliminación, la reducción de residuos o su posible reutilización es una forma de pensar inteligente y a largo plazo.

Ello también representa una enorme oportunidad. Accenture estima que la transición hacia una economía circular es una oportunidad de crecimiento global de 4,5 billones de dólares hasta 2030.

Las empresas que interioricen con éxito la economía circular deberían estar, en nuestra opinión, mejor posicionadas para aportar a sus inversores rentabilidades sostenibles a largo

plazo, pero también tener como objetivo suponer un impacto positivo considerable en el planeta al ayudar a combatir el cambio climático.

El valor y los ingresos de los activos del fondo podrían tanto aumentar como disminuir, lo cual provocará que el valor de su inversión se reduzca o se incremente. Es posible que no recupere la cantidad invertida inicialmente.

Los puntos de vista expresados en este documento no deben considerarse como una recomendación, asesoramiento o previsión. No podemos ofrecerle asesoramiento financiero. Si no está seguro de que su inversión sea apropiada, consúltelo con su asesor financiero.

Esta información no constituye una oferta ni un ofrecimiento para la adquisición de acciones de inversión en cualquiera de los fondos de M&G. Promoción financiera publicada por M&G International Investments S.A. Domicilio social: 16, boulevard Royal, L2449, Luxembourg. 

Alfa

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¿A qué nos referimos cuando hablamos de alfa? En este nuevo episodio del abc de la inversión, Ana Cuddeford, directora de inversiones en M&G, explica las principales características de este concepto financiero.

TIR de un bono

Gestora

En este episodio del abc de la inversión, Ana Cuddeford, directora de inversiones en M&G, explica qué es la TIR de un bono.

Derivados

Gestora

Os presentamos un nuevo episodio del abc de la inversión. Ana Cuddeford, directora de inversiones en M&G, explica qué son los derivados y para qué se utilizan en el mundo de la gestión de fondos.

Inflación

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Las variaciones en la tasa de inflación suele ser un tema recurrente en las noticias. En este episodio del abc de la inversión, Ana Cuddeford, directora de inversiones en M&G, explica a qué hace referencia este término.

Fondos de rentabilidad absoluta

Gestora

A continuación encontraréis este nuevo episodio de “El abc de la inversión”. En este vídeo, Ana Cuddeford, directora de inversiones en M&G, explica qué son los fondos de rentabilidad absoluta.

Fondos Multi-activos

Gestora

A continuación encontraréis en este episodio de “El abc de la inversión”. En este vídeo, Ana Cuddeford, directora de inversiones en M&G, explica qué son los fondos multi-activos.

Renta variable

Gestora

En este episodio del abc de la inversión, Ana Cuddeford, directora de inversiones en M&G, explica qué es la renta variable.

Bonos

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En nuestra nueva serie de vídeos educativos “El abc de la inversión”, Ana Cuddeford, Directora de inversiones en M&G, explica términos clave del mundo de la gestión de activos. En el segundo vídeo de esta serie, Ana explica qué son los bonos.