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Por horrible que se sea el dicho de que la incertidumbre suele ser la única certeza, no es por ello menos cierto. A la hora de invertir en nuestro futuro, la constante de la incertidumbre puede ser inquietante: al fin y al cabo, nadie quiere ver desplomarse el valor del ahorro que tanto le ha costado acumular.
A algunas personas les preocupa más que a otras el potencial de perder dinero, quizá debido a su disposición o circunstancias, y esta propensión a la ansiedad conlleva el peligro de que el miedo a la incertidumbre las lleve a tomar decisiones costosas. Sucumbir al pánico cuando los mercados caen, por ejemplo, puede significar vender en el peor momento posible, cuando el valor de los activos se halla en mínimos.
Si los altibajos de los mercados globales le quitan el sueño, le presentamos tres medidas que pueden aportarle tranquilidad y ayudarle a proteger sus inversiones frente a la incertidumbre.
- Diversifique sus inversiones
Pase lo que pase en el mundo, diversificar una cartera es una regla de oro a la hora de invertir. Repartir el dinero en un amplio abanico de valores, pero también entre distintos tipos de activos, reduce la probabilidad de que cualquier desplome individual ponga en peligro nuestro futuro financiero.
La diversificación efectiva tiene dos aspectos importantes. El primero es la diversificación geográfica, ya que la incertidumbre y el riesgo de mercado suelen estar localizados, centrados en torno a una región o país concreto. Al invertir en una gama de activos globales, y no solo en un país o región individual, uno minimiza el peligro de que eventuales problemas de ámbito nacional den al traste con sus planes financieros.
El segundo elemento es la diversificación por clases de activos. El valor de los distintos activos (como la deuda soberana y las acciones de compañías) rara vez sube o baja en tándem. En periodos en los que la renta variable global se ha desplomado, como a comienzos de 2020, el valor de los bonos emitidos por grandes gobiernos desarrollados ha tendido a subir, al percibirse a menudo como activos «refugio» que conllevan menos riesgo.
No obstante, recuerde que las rentabilidades obtenidas en el pasado no son necesariamente indicativas de rentabilidades futuras.
- Considere estrategias alternativas
Elegir una combinación de activos capaces de navegar condiciones de mercado complicadas no es tarea fácil, pero existen enfoques de inversión que tratan de generar rentabilidad con independencia de la coyuntura reinante.
Cuando un equipo de inversión experimentado tiene libertad de emplear una amplia gama de herramientas de inversión para beneficiarse de los altibajos que experimentan los mercados, puede intentar proporcionar rentabilidades más estables al inversor. Esto puede implicar la inversión en una amplia variedad de activos alternativos, incluidas las divisas, y el uso de instrumentos financieros denominados derivados.
Tales estrategias nunca deberían considerarse como inversiones libres de riesgo, pero si uno está dispuesto a sacrificar cierto potencial al alza (menos rentabilidad de inversión) a favor de un potencial a la baja limitado (menores pérdidas), podrían ser un elemento apropiado de su cartera.
- Concéntrese en sus objetivos
Ciertos periodos siempre parecerán más inquietantes que otros. Cuando reina el miedo en torno a la economía global, es natural sentirse instintivamente menos seguro y más cauto sobre las perspectivas de nuestras inversiones que durante las buenas rachas.
No obstante, la mayoría de nuestros horizontes de inversión se miden en años, y a menudo en décadas, en lugar de semanas o meses. Y si uno trata de rentabilizar su dinero de cara al largo plazo, ¿por qué debería preocuparse excesivamente por lo que ocurre mañana en los mercados?
Ver como el valor de sus inversiones cae considerablemente de un día para otro puede ser incómodo, pero recuerde que volatilidad no equivale a riesgo. El verdadero riesgo no es la posibilidad de pérdidas transitorias sobre el papel, sino la de pérdidas permanentes cuando uno vende sus inversiones.
Concentrarse en sus objetivos (ya se trate de ver crecer sus ahorros durante su carrera o generar de forma sostenible una fuente de renta fiable de cara a la jubilación) debería ayudarle a no tomar decisiones precipitadas capaces de perjudicar sus intereses a largo plazo.
No perder la perspectiva ante la incertidumbre es más difícil de lo que parece, pero mantener la sangre fría mejorará las posibilidades de hacer realidad sus ambiciones de futuro, el objetivo final por el que se decidió a invertir inicialmente.
El valor y los ingresos de los activos del fondo podrían tanto aumentar como disminuir, lo cual provocará que el valor de su inversión se reduzca o se incremente. Es posible que no recupere la cantidad invertida inicialmente.
Los puntos de vista expresados en este documento no deben considerarse como una recomendación, asesoramiento o previsión. No podemos ofrecerle asesoramiento financiero. Si no está seguro de que su inversión sea apropiada, consúltelo con su asesor financiero.
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