Naturaleza y biodiversidad: agua y saneamiento

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Ahogarse en la demanda

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Durante los últimos siglos, el crecimiento exponencial de la población ha incrementado la demanda de recursos básicos, como alimentos, energía e infraestructura. Sostener nuestra población y nuestros patrones de consumo depende de la disponibilidad y la calidad del agua. El agua dulce, eje del desarrollo económico, alimenta industrias como la minería, la energía, la agricultura, la fabricación y la tecnología, mientras que más de un tercio de la producción mundial de alimentos depende de los ríos, por su papel en el mantenimiento de la pesca, las tierras de cultivo de regadío y la agricultura de recesión de inundaciones[1].

La composición de la demanda de agua también está cambiando radicalmente. Las cadenas de suministro industriales suponen actualmente alrededor de dos tercios del consumo mundial de agua, y sectores como el alimentario, energético, manufacturero, farmacéutico, minero, químico y textil son responsables del 70% del uso y la contaminación del agua dulce[2]. Productos como los semiconductores son vitales para la transición a la energía limpia, pero la fabricación de semiconductores requiere cantidades importantes de agua ultrapura para evitar la contaminación de los dispositivos electrónicos. Una planta moderna de fabricación de semiconductores suele consumir entre 2 y 4 millones de litros de agua al día[3], es decir, prácticamente la misma cantidad que una ciudad de 50.000 habitantes.

Este cambio en la demanda es preocupante. Por definición, el volumen de agua accesible en nuestro planeta es fijo, pero la proporción que es dulce y utilizable para el consumo o los procesos industriales ha disminuido debido a la mala gestión y a la contaminación. Afortunadamente, la concienciación ciudadana sobre este desafío es cada vez mayor. Varios de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de las Naciones Unidas tratan de abordar directamente los retos relacionados con el agua. Son el ODS 6, Agua limpia y saneamiento, y el ODS 14, Vida submarina*. Estos objetivos determinan metas ambiciosas para garantizar un futuro sostenible, transformando la forma en que gestionamos los recursos hídricos y prestamos servicios de agua y saneamiento para todos. La responsabilidad de aportar soluciones para atajar este problema recae en las empresas ahora más que nunca.

* Si bien respaldamos los ODS, tenga en cuenta que la ONU no refrenda nuestros fondos ni estamos afiliados a esta organización.

El delicado equilibrio de las aguas subterráneas

En ninguna parte están más claros los retos que en el análisis de las aguas subterráneas, las cuales tienen innumerables beneficios sociales y económicos, y actúan de forma crucial como amortiguador de la volatilidad de los niveles de precipitaciones.

Las aguas subterráneas suelen extraerse de los acuíferos, masas subterráneas de roca y/o sedimentos. Los acuíferos cuentan con una gran capacidad de almacenamiento y suelen estar más protegidos de la contaminación que las aguas superficiales. Aunque las circunstancias difieren para cada acuífero, también pueden ser una fuente de agua rentable y, a veces, de fácil acceso, con perforaciones fáciles cerca de donde se necesita el agua.

«En todo el mundo, 2.500 millones de personas dependen exclusivamente de las aguas subterráneas para sus necesidades cotidianas de agua, mientras que hasta el 50% de la población depende de ellas para beber».

Estos beneficios han llevado a muchas civilizaciones urbanas a depender considerablemente de las aguas subterráneas como fuente primaria de agua. «En todo el mundo, 2.500 millones de personas dependen exclusivamente de las aguas subterráneas para sus necesidades cotidianas de agua, mientras que hasta el 50% de la población depende de ellas para beber[4] ». Sin embargo, el crecimiento demográfico, el aumento de la riqueza y una regulación ineficaz se han traducido en niveles insosteniblemente altos de extracción de aguas subterráneas. Esto está agotando los recursos y poniendo potencialmente en peligro la seguridad alimentaria, el suministro básico de agua, la capacidad de resistencia climática y la integridad medioambiental de los humedales y cursos de agua dependientes de las aguas subterráneas.

Cabe apuntar que los acuíferos sufren de forma natural fluctuaciones del nivel del agua, provocadas por sequías prolongadas o precipitaciones abundantes. Durante las sequías, los ríos y los humedales reciben normalmente entradas de agua procedentes del almacenamiento de los acuíferos, lo que provoca un descenso de sus niveles. A la inversa, los episodios de precipitaciones permiten que los acuíferos se «recarguen». Sin embargo, los problemas surgen cuando introducimos la variable de la extracción humana de agua, que altera este delicado equilibrio de fluctuaciones naturales, ocasionando un descenso de los niveles de agua de los acuíferos. Si no se controla, esto puede provocar la desecación del acuífero, reduciendo el rendimiento de las perforaciones y aumentando los costes de bombeo, por lo que se hace necesario el abandono del acuífero.

La interconectividad del agua, la naturaleza y el clima

Estos retos van mucho más allá del agua en sí. La interconectividad entre el agua, la naturaleza y el cambio climático es cada vez más clara. El Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) ha destacado los amplios efectos del cambio climático en el ciclo hidrológico, que provocan una alteración de los patrones de precipitaciones y agravan los problemas de escasez de agua en regiones que ya se enfrentan a ellos.

Los efectos del cambio climático también se extienden a la vida marina. Se cree que en 2021 más de 1.000 millones de animales marinos perecieron a lo largo de la costa canadiense del Pacífico a causa del aumento de las temperaturas[5] . Estos hechos subrayan la necesidad apremiante de abordar los impactos del cambio climático en los sistemas hídricos. Nuestras aguas dulces albergan una increíble diversidad de 140.000 especies de agua dulce especializadas, pero un tercio de estas están ahora en peligro de extinción, como consecuencia directa de nuestra mala gestión del agua y de la contaminación[6] .

La contaminación

La otra cara de la moneda es la mayor necesidad de gestionar las aguas residuales. En la actualidad, el 48% de las aguas residuales se vierten sin tratar al medioambiente[7] , actividad que no hace sino aumentar debido al proceso de urbanización y el desarrollo económico. El vertido de aguas residuales sin tratar suele ser más frecuente en los países de renta baja, pero la contaminación del agua no se limita a esas regiones. Tanto los países ricos como los pobres se enfrentan a altos niveles de contaminación del agua, y en lugar de disminuir con la mejora de la prosperidad económica, la gama de contaminantes en realidad tiende a aumentar.

«Tanto los países ricos como los pobres se enfrentan a altos niveles de contaminación del agua, y en lugar de disminuir con la mejora de la prosperidad económica, la gama de contaminantes en realidad tiende a aumentar»

Una fuente importante de contaminación del agua es la agricultura, que libera agroquímicos, materia orgánica, residuos de medicamentos, sedimentos y drenaje salino en las masas de agua. Los cultivos y la ganadería contribuyen de forma significativa a la contaminación del agua, especialmente con el mayor uso de pesticidas y fertilizantes. El estiércol animal, rico en patógenos, amoniaco y fosfato, posee una alta demanda biológica de oxígeno. A medida que crecen las poblaciones de nuestro ganado para satisfacer las demandas de nuestra creciente población, también lo hace el rendimiento del estiércol relacionado, así como el aumento de vacunas, antibióticos y hormonas.

Estos contaminantes agrícolas llegan a nuestras masas de agua a través de la percolación (filtración del agua a través de superficies porosas), las escorrentías superficiales y la erosión del suelo. Las escorrentías de los fertilizantes químicos que contienen nitrato y fósforo son una de las causas antropogénicas más importantes de la contaminación del agua, ya que provoca la eutrofización. Este proceso causa la proliferación de algas y, a la larga, puede reducir la calidad del agua, agotar los niveles de oxígeno y perjudicar la vida endémica.

Otra fuente de contaminación del agua son las sustancias perfluoroalquiladas y polifluoroalquiladas (PFAS, por sus siglas en inglés), un grupo de sustancias químicas sintéticas con efectos nocivos para el medioambiente y nuestra salud. Estas sustancias químicas están por todas partes: se utilizan, entre otros muchos, en la ropa hidrófuga, los utensilios de cocina antiadherentes y los envases de alimentos antigrasa. Las PFAS tienen una vida útil de hasta varios miles de años, lo que les ha valido el apodo de «contaminantes eternos», y se han relacionado con problemas de salud como el cáncer y daños reproductivos. La mayoría de los escándalos sanitarios relacionados con las PFAS en EE. UU. y Europa han tenido que ver con suministros de agua potable contaminados. Sin embargo, hay empresas que se esfuerzan por remediar estos problemas.

Ejemplo de compañía: American Waterworks

Dentro de las estrategias de impacto de renta variable de M&G, una compañía en la que invertimos que ofrece soluciones al reto de las PFAS es American Waterworks, una gran empresa regulada de suministros públicos de agua y aguas residuales de Estados Unidos. American Waterworks está especializada en garantizar una alta calidad del agua y en investigar los contaminantes emergentes, incluidas las PFAS. Las soluciones de la compañía incluyen la instalación rápida y fiable de sistemas temporales de carbón activado granular (CAG), que ayudan a filtrar las PFAS del agua. El conocimiento de este ámbito sigue aumentando, pero la empresa cuenta con un equipo interfuncional centrado en el marco científico y normativo que rodea la detección de PFAS, junto con las tecnologías de eliminación emergentes.

Fuente: https://www.amwater.com/resources/pdf/american-water-PFAS.pdf

El plástico y los océanos

Como ha quedado bien documentado, la enorme escala del uso mundial del plástico plantea el desalentador reto de desarrollar prácticas de eliminación responsables. Cada año se filtran al océano entre 8 y 10 millones de toneladas métricas de residuos plásticos[8] , lo que provoca enredos, asfixia, ingestión de fragmentos de plástico, así como exposición a sustancias químicas asociadas al plástico para nuestros animales acuáticos.

Animales como las tortugas o las focas pueden enredarse en macroplásticos como las anillas de los paquetes de seis unidades, reduciendo su movilidad o provocando su estrangulamiento. Para las tortugas marinas, los macroplásticos flotantes, como las bolsas de plástico, son especialmente perjudiciales, ya que su estrategia de alimentación depende de la selección de estructuras similares a las medusas.

Los microplásticos poseen un nivel de peligrosidad similar, ya que pueden ser ingeridos por una amplia variedad de animales marinos, y transferirse a través de los niveles tróficos desde los organismos más pequeños a los más grandes. La exposición a los microplásticos también aumenta la probabilidad de enfermedades en los corales y, a través de la interacción con los arrecifes carbonatados y los productores primarios, los microplásticos dificultan la capacidad de secuestro de carbono de los ecosistemas marinos, comprometiendo algunos de nuestros sumideros naturales de carbono.

Ejemplo de compañía: Tetra Tech

Tetra Tech, una compañía de referencia dentro de las estrategias de impacto de renta variable de M&G, ofrece diversas soluciones para la gestión del agua, con el objetivo de ofrecer un «futuro del agua sólido». En la actualidad, Tetra Tech está llevando a cabo una evaluación plurianual de los riesgos de los microplásticos en una región concreta de EE. UU. En el marco de los esfuerzos por comprender los «sumideros» de microplásticos (acumulaciones de residuos plásticos deteriorados), la empresa está estudiando el papel de los lechos de vegetación acuática sumergida al atrapar microplásticos en los ríos Anacostia y Potomac, cerca de Washington DC, y cómo estos hábitats pueden ser una fuente de microplásticos que entran en la cadena alimentaria de la comunidad acuática costera. Los resultados de los estudios iniciales se han presentado a sociedades científicas, para entender mejor las implicaciones ecológicas de los microplásticos y desarrollar políticas para reducir la contaminación por plásticos.

Fuente: https://www.tetratech.com/projects/evaluating-the-risk-of-microplastics-in-coastal-waters

El valor de las inversiones fluctuará, lo cual provocará que el valor de las participaciones se reduzca o se incremente. Es posible que no recupere la cantidad invertida inicialmente. Las rentabilidades pasadas no son un indicativo de las rentabilidades futuras.

Los puntos de vista expresados en este documento no deben considerarse como una recomendación, asesoramiento o previsión. No podemos ofrecerle asesoramiento financiero. Si no está seguro de que su inversión sea apropiada, consúltelo con su asesor financiero. 

Esta información no constituye una oferta ni un ofrecimiento para la adquisición de acciones de inversión en cualquiera de los fondos de M&G. Promoción financiera publicada por M&G Luxembourg S.A. Domicilio social: 16, boulevard Royal, L-2449, Luxembourg. APR 24 / 1219303


[1] WWF, «El elevado coste del agua barata», (panda.org), 2023.

[2] ONU-Agua, «Informe Mundial sobre el Desarrollo de los Recursos Hídricos de 2021: el valor del agua», (unwater.org), 2021.

[3] Sustainalytics, «Waste Not, Want Not – Water Use in the Semiconductor Industry», (sustainablytics.com), 2017.

[4] The Groundwater Project, «La importancia de las aguas subterráneas», (gw-project.org), 2024.

[5] Scientific American, «Pacific Northwest Heat Wave Killed More Than One Billion Sea Creatures», (scientificamerican.com), 2021.

[6] WWF, «Freshwater biodiversity», (panda.org), 2024.

[7] Instituto de la Universidad de las Naciones Unidas para el Agua, el Medioambiente y la Salud, «Half of global wastewater treated, rates in developing countries still lagging», (inweh.unu.edu), 2024.

[8] Unesco Ocean Literacy Portal, «Ocean plastic pollution an overview: data and statistics», (unesco.org), 2022.

Naturaleza y biodiversidad: alimentación sostenible

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Por Nishita Karad

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La biodiversidad es esencial para la continuidad de la vida en este planeta. Necesitamos ecosistemas sanos que nos proporcionen aire, alimentos, agua y mucho más. Nuestra serie de artículos sobre naturaleza y biodiversidad abarca una variedad de temas que son fundamentales para resolver la crisis que sufren la naturaleza y la biodiversidad, señalando al mismo tiempo las oportunidades que tienen los inversores de contribuir positivamente. En la primera parte, Nishita Karad se centra en la importancia de un sistema alimentario sostenible.

Un sistema alimentario sostenible y por qué es importante

Según la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), un sistema alimentario sostenible “es aquel que garantiza la seguridad alimentaria y la nutrición de las personas de tal forma que no se pongan en riesgo las bases económicas, sociales y ambientales de la seguridad alimentaria de futuras generaciones1”.

Esto significa que, para que un sistema alimentario sea sostenible, ha de ser siempre rentable (sostenibilidad económica); ofrecer amplios beneficios para la sociedad (sostenibilidad social) y tener un efecto positivo o neutro en los recursos naturales (sostenibilidad medioambiental).

Dada la fuerte interconexión entre el sistema alimentario —la forma en que se producen, suministran, distribuyen y consumen los alimentos— y el desarrollo humano y la naturaleza, un sistema alimentario sostenible es clave para lograr la totalidad de los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas (ODS). Es más, para abastecer de alimentos a una población mundial de entre 9.000 y 10.000 millones de personas de aquí a 2050, reduciendo al mismo tiempo las emisiones netas de carbono a cero para cumplir los objetivos de cambio climático del Acuerdo de París, serán necesarios sistemas alimentarios sostenibles, inclusivos, saludables y eficientes.

«Para satisfacer una mayor demanda sin incrementar el uso de la tierra y el agua, y reducir al mismo tiempo las emisiones, serán necesarios avances en la forma de producir alimentos»

El sistema alimentario actual no es sostenible 

El sistema alimentario actual es problemático tanto para las personas como para el planeta, ya que se calcula que se pierden 10 billones de dólares en costes ocultos para la salud y el medio ambiente (un 10% del PIB mundial)2

Genera entre el 21% y el 37% de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero (GEI), de las que casi la mitad corresponden al sector ganadero3, según las estimaciones del IPCC (Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático, por sus siglas en inglés). Si no hay cambios, se espera que esta proporción aumente hasta el 50% de todas las emisiones de GEI en 20504. Además, la agricultura es responsable del 70% del consumo mundial de agua dulce y ocupa el 40% de la superficie terrestre, al tiempo que provoca más del 90% de la deforestación tropical5

El sistema alimentario genera también efectos negativos para las personas. En 2022, más de 1.000 millones de personas fueron diagnosticadas con obesidad y casi 2.000 millones con sobrepeso debido a un consumo excesivo, provocando un rápido aumento de los problemas de salud asociados6. Al mismo tiempo, cerca de 700 millones de personas pasan hambre7. Las explotaciones ganaderas industriales que crían grandes cantidades de animales en espacios reducidos pueden engendrar virus letales y propagar ‘superbacterias’ resistentes a los antibióticos, mientras que las dietas insanas suponen ahora un mayor riesgo de morbilidad y mortalidad que las relaciones sexuales sin protección, el alcohol, las drogas y el tabaco juntos8

Tres temas para que los inversores contribuyan a superar este reto 

Reducción de las pérdidas y del desperdicio de alimentos 

Se calcula que las pérdidas y el desperdicio de alimentos generan entre el 8% y el 10% de las emisiones mundiales de GEI9. A escala mundial, se estima que una media del 30% de los alimentos se pierde o desperdicia: un 14% entre la cosecha y la distribución minorista y en torno al 17% durante las fases de venta al por menor y de consumo10. En el siguiente gráfico se muestra la media anual de desperdicio de alimentos generados por persona en diferentes categorías de ingresos, si bien hay que precisar que no se dispone de datos suficientes sobre las categorías de servicios alimentarios y distribución minorista en los países de renta media, ni sobre ninguna de las categorías en los de países de renta baja. 

alimentación: media del desperdicio alimentario

Existen soluciones potenciales al reto en varios ámbitos:

Gestión de residuos: soluciones innovadoras de recogida y tratamiento de residuos en toda la cadena alimentaria. En particular, las soluciones orientadas al consumidor y destinadas a cambiar las pautas de consumo excesivo pueden reducir considerablemente el desperdicio de alimentos, especialmente en las economías desarrolladas.

Transformación de residuos en energía: los avances tecnológicos que permiten transformar los residuos alimentarios en energía ofrecen una solución prometedora para reducir el impacto del desperdicio de alimentos.  

Mejor almacenamiento y refrigeración: soluciones que ofrezcan mejores oportunidades de almacenamiento y refrigeración de alimentos, sobre todo teniendo en cuenta las cambiantes condiciones climáticas. 

Producción circular y mejora del diseño de los productos: oportunidades que permiten la transición de la producción lineal a la circular, así como el diseño de productos para facilitar su reciclaje y prolongar su vida útil, pueden contribuir a reducir los residuos desde el comienzo de la cadena de valor. 

Dentro de las estrategias de renta variable cotizada de impacto de M&G, una de las empresas participadas que ofrece soluciones en este ámbito es Darling Ingredients, especializada en la recogida y el reciclaje de residuos alimentarios. La compañía recoge diversos subproductos animales, residuos de panaderías comerciales y aceites de cocina usados. Éstos se refinan y reciclan, antes de utilizarse en una amplia gama de ingredientes y productos, como piensos, abonos orgánicos, colágeno, gasóleo renovable y biogás para la generación de energía limpia. 

Mejores prácticas de producción de alimentos 

Para satisfacer una mayor demanda sin incrementar el uso de tierra y agua, y reducir al mismo tiempo las emisiones, serán necesarios avances en la forma de producir alimentos. 

Hemos observado varias áreas con potencial para mejorar la eficiencia en la producción de alimentos: 

Uso eficiente de fertilizantes y pesticidas: si bien es cierto que el uso excesivo y generalizado de fertilizantes y pesticidas tiene un significativo impacto negativo en el medio ambiente (como pérdida de biodiversidad, degradación de la tierra y acidificación del suelo), será imposible seguir el ritmo de la creciente demanda sin recurrir a ellos. Soluciones como la pulverización de precisión, los sustitutos orgánicos de los fertilizantes y las prácticas y tecnologías de mitigación de los efectos de los fertilizantes pueden ayudar a superar este problema. 

Agritech: el uso de la tecnología para optimizar la agricultura y reducir el uso de agua, fertilizantes y pesticidas puede ayudar a mejorar la eficiencia del proceso de producción de alimentos. Entre estas soluciones cabe citar los programas informáticos que analizan los datos meteorológicos y del suelo, las compañías que desarrollan herramientas de precisión para la siembra y las que fabrican equipos de recolección para mitigar el riesgo de fallos en el rendimiento. 

Herramientas innovadoras de gestión del suelo: el empleo de técnicas innovadoras puede ayudar a recuperar la biodiversidad y el carbono perdidos en el suelo. La degradación del suelo es, quizá sorprendentemente, uno de los impactos negativos menos reconocidos de la producción intensiva de alimentos, dados sus efectos en cadena sobre el rendimiento de los cultivos, el aumento de la desertificación y la mayor probabilidad de inundaciones. Esto es una prueba más de la interconexión entre los cuatro reinos de la Naturaleza (según la definición del TNFD —Grupo de Trabajo sobre Divulgaciones Financieras relacionadas con la Naturaleza). 

Adaptación al cambio climático y a la escasez de agua: las soluciones para ayudar a los productores de alimentos a gestionar los problemas relacionados con el clima, como la calidad del agua y la escasez de recursos hídricos, serán importantes en la transición hacia un sistema alimentario sostenible. 

Una de las compañías participadas por M&G, Tomra, está generando resultados positivos en esta área. La empresa usa su tecnología de escaneado óptico para crear soluciones de clasificación y calificación de alimentos. Sus clasificadoras automáticas de alimentos pueden detectar con rapidez y eficacia los artículos no deseados en las líneas de procesado de alimentos, analizando características como color, forma, tamaño, estructura e incluso características biológicas. Esto ayuda a reducir el desperdicio de alimentos, aumentar el rendimiento y, en definitiva, mejorar la eficiencia. 

Hacia una alimentación basada en las plantas 

Las investigaciones demuestran que la carne y los productos lácteos representan aproximadamente el 60% de las emisiones agrícolas, pese a que aportan únicamente el 18% de las calorías y el 37% de las proteínas a escala mundial. Por tanto, el sistema alimentario puede ser más sostenible si se reduce el consumo de proteínas de origen animal y se opta por alimentos procedentes de plantas. 

Para acelerar el cambio hacia las proteínas vegetales, en los últimos años se han producido varias innovaciones en tecnología alimentaria. La demanda de este tipo de tecnologías ha aumentado en los últimos años, impulsada por la creciente sensibilización de los consumidores sobre las repercusiones de las proteínas animales en la salud, el bienestar y el medio ambiente, así como por la respuesta positiva del mercado a ofertas alternativas basadas en proteínas, y se espera que crezca en los próximos años. 

Actualmente existen en el mercado varias tecnologías de proteínas alternativas: 

Proteínas avanzadas de origen vegetal: proteínas alternativas que se extraen de fuentes vegetales y se optimizan en cuanto a sabor, textura y propiedades nutritivas, empleando fuentes vegetales novedosas (como las alubias negras, los altramuces y las algas) o nuevos métodos de procesamiento (como la tecnología de células de cizallamiento). 

Fermentación: la creación de proteínas específicas (como la caseína y el suero) a través de un proceso de fermentación en el que se programan organismos de levadura para producir las proteínas. 

Cultivo celular: cultivar células cárnicas (músculo y grasa) en un medio de cultivo rico en nutrientes, para crear piezas enteras de tejido. 

Dentro de las estrategias de renta variable cotizada de impacto de M&G, buscamos activamente empresas con un fuerte impacto en este segmento que es relativamente incipiente. Llevamos a cabo un análisis riguroso de las posibles compañías participadas. Deben producir impactos positivos sustanciales, mensurables e intencionados, además de demostrar que son empresas de calidad con potencial para generar un crecimiento financiero atractivo a largo plazo. Todavía no hemos identificado a ninguna candidata que cumpla nuestros estrictos criterios de impacto e inversión, pero seguimos trabajando en ello. Hemos observado que también hay firmas innovadoras prometedoras en los mercados no cotizados, con las que están colaborando nuestros compañeros en el equipo de activos de riesgo y cuyos avances seguimos de cerca. 

La necesidad de un sistema alimentario eficiente y sostenible es de vital importancia no solo para asegurar una nutrición sana a una población en crecimiento, sino también para el clima, la protección de la naturaleza y unos resultados equitativos para los millones de agricultores del mundo. La escala del reto crece con cada día que pasa, agravada tanto por el crecimiento demográfico como por los efectos del cambio climático. No debemos subestimar el papel que desempeñan las soluciones innovadoras en la transición hacia un sistema más sostenible, lo que supone una gran oportunidad para los inversores. 

 
 
1 Food and Agriculture Organisation, ‘Sustainable Food Systems – Concept and Framework’, (fao.org), 2018. 

2 Food and Agriculture Organisation, ‘The State of Food and Agriculture’, (unep.org), 2023. 

3 IPCC, ‘Climate Change and Land: An IPCC Special Report on Climate Change, Desertification, Land Degradation, Sustainable Land Management, Food Security, and Greenhouse Gas Fluxes in Terrestrial Ecosystems’, (ipcc.ch), 2019. 

4 IMF, ‘Why sustainable food systems are needed in a post-COVID world’, (imf.org), 2020. 

5 Food and Agriculture Organisation, ‘Water for Sustainable Food and Agriculture’, 2017, ‘Land use in agriculture by the numbers’, 2020, ‘COP26: Agricultural expansion drives almost 90 percent of global deforestation’, 2020. 

6 World Health Organisation, ‘World Obesity Day 2022 – Accelerating action to stop obesity’, (who.int), 2022. 

7 Food and Agriculture Organisation, ‘Hunger and food insecurity’, (fao.org), 2023. 

8 EAT-Lancet Commission, ‘Healthy Diets from Sustainable Food Systems. Food, Planet, Health.’, (eatforum.org), 2020. 

9 United Nations Environment Programme, ‘Food Waste Index Report’, (unep.org), 2021. 

10 United Nations Environment Programme, ‘Driving finance for Sustainable Food Systems’, (unep.org), 2023. 

El valor de las inversiones fluctuará, lo cual provocará que el valor de las participaciones se reduzca o se incremente. Es posible que no recupere la cantidad invertida inicialmente. Las rentabilidades pasadas no son un indicativo de las rentabilidades futuras. 

Los puntos de vista expresados en este documento no deben considerarse como una recomendación, asesoramiento o previsión. No podemos ofrecerle asesoramiento financiero. Si no está seguro de que su inversión sea apropiada, consúltelo con su asesor financiero.  

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