Objetivos con base científica: una herramienta para alinear las inversiones con el Acuerdo de París

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John William Olsen y Rory Alexander
Consulta el glosario para obtener una explicación de los términos utilizados en este artículo.

¿Qué son los objetivos con base científica?

Se trata de objetivos de reducción de emisiones establecidos por las empresas que se consideran alienados con los últimos avances científicos sobre el clima. Dicho de otro modo, reflejan reducciones de emisiones al ritmo que se precisa para limitar el calentamiento global a 1,5° C por encima de los niveles preindustriales, de conformidad con los objetivos del Acuerdo de París. Los objetivos con base científica se fijan con un año de referencia respecto al cual la compañía mide sus reducciones de emisiones. La empresa también fijará el año en que pretende alcanzar su objetivo. Los objetivos pueden ser a corto plazo (usualmente con un plazo de tiempo de 5-10 años para alcanzarlos) o a largo plazo (más de 10 años, con el fin de lograr cero emisiones netas antes de 2050, para la mayoría de sectores). Los objetivos con base científica abarcan las emisiones absolutas de Alcance 1 y 2 (aquellas que generan las operaciones comerciales de una empresa y las que proceden del calor y la energía que utiliza). También pueden abarcar las emisiones de Alcance 3, que son las vinculadas a los productos o servicios de una compañía, producidas de fuentes que escapan a su control (como los proveedores o clientes).

La iniciativa Science Based Targets

Una opción para las empresas que tratan de fijar objetivos con base científica es embarcarse en la iniciativa Science Based Targets (SBTi). La organización trabaja con las compañías para evaluar y validar sus objetivos, así como prestar apoyo técnico cuando lo necesitan. Al final de 2022, más de 4.000 empresas que representan más de un tercio de la capitalización bursátil mundial han establecido objetivos con la SBTi o se han comprometido a establecerlos. 

Sin embargo, conviene señalar que las compañías que deseen fijar objetivos de reducción de emisiones acordes con el ritmo necesario para limitar el calentamiento global disponen de otras opciones. Aunque la SBTi ofrece un marco ampliamente aceptado, los inversores no deben desacreditar a las empresas que hayan optado por otra vía a la hora de fijar sus objetivos. Sigue siendo posible evaluar la ambición de la compañía y su avance hacia los objetivos fuera del marco SBTi.

Papel de los objetivos con base científica en los fondos alineados con París de M&G

Los objetivos basados en la ciencia forman parte integrante del proceso de inversión aplicado en la gama de fondos de M&G alineados con París, por lo que prevemos que al menos el 90% de las posiciones mantenidas en cada fondo tendrá implantados tales objetivos en 2025. Animamos a todas las compañías participadas a fijar objetivos con base científica, con independencia del nivel de emisiones que produzcan y de si también ofrecen o no soluciones climáticas que permitan a sus clientes reducir las emisiones.

Resulta alentador que, dentro de cada uno de nuestros fondos alineados con París, la inmensa mayoría de las emisiones absolutas estén cubiertas por objetivos con base científica, ya que la mayoría de nuestros emisores principales han establecido tales objetivos junto con la SBTi o se han comprometido a establecerlos.

Un signo de compromiso

Que una compañía establezca objetivos con base científica nos indica que está comprometida con los objetivos del Acuerdo de París a largo plazo, lo que implica reducir sus emisiones al ritmo que la ciencia climática más reciente sugiere que se precisa para limitar los peores efectos del calentamiento global. El proceso SBTi consiste en elaborar un plan de descarbonización concreto con medidas prácticas y, una vez ratificado, asumir la obligación permanente de informar cada año sobre los avances logrados. Esta obligación ayuda a garantizar que las empresas se comprometan con la descarbonización, en vez de limitarse a hacer promesas vanas.

Gráfico 1. Condiciones de admisión de empresas 

Condiciones de admisión de empresas

Examinamos objetivos con base científica a la hora de evaluar si una compañía cumple o no los requisitos para ser admitida en nuestros fondos. Pedimos que las empresas con una intensidad de carbono (una medida de las emisiones por millón de dólares de ventas) superior al 50% del valor de referencia hayan establecido objetivos con base científica o se hayan comprometido a establecerlos. Clasificamos a estas compañías como «reductoras de su intensidad de carbono». Sin embargo, animamos a todas las empresas participadas a establecer objetivos, aunque produzcan bajas emisiones.

Interacciones con fines de descarbonización

Los objetivos con base científica vienen siendo un motivo de interacción constante con las empresas participadas, con independencia de lo avanzadas que estén en su trayectoria de descarbonización. En la gama de fondos M&G alineados con París, hemos realizado las siguientes interacciones, entre otras:

-Solicitar a las compañías que realicen un inventario de emisiones, incluidas las de Alcance 3, como requisito previo para establecer objetivos con base científica;

-Animar a las empresas a comprometerse con tales objetivos y a mantenerse en esa línea para ratificarlos mediante la iniciativa Science Based Targets;

-Exigir una articulación clara de la estrategia de descarbonización de la compañía, incluyendo hitos mensurables para alcanzar sus objetivos;

-Solicitar que la empresa adapte públicamente sus inversiones en activos fijos con la estrategia de descarbonización, al tiempo que trata de alinearse con la actividad de los grupos de presión, tanto de la compañía como de sus organizaciones comerciales.

-Fomentar que la remuneración de los ejecutivos esté vinculada a la descarbonización y a otros objetivos de sostenibilidad, al tiempo que se implanta una clara supervisión de la gobernanza de las estrategias climáticas.

-Analizar el progreso de las empresas hacia sus objetivos y posiblemente elevar sus aspiraciones sobre ellos

Revisión periódica

La descarbonización es un proceso a largo plazo y no esperamos que las emisiones se reduzcan sin altibajos de un año a otro. Más bien es probable que se produzcan saltos bruscos cuando las compañías introduzcan cambios, como la migración a energías renovables o la implantación de un proceso más eficiente. No obstante, es importante exigir responsabilidades a las empresas participadas. Por eso revisamos periódicamente los avances que logran hacia sus objetivos e interactuamos con ellas si lo consideramos necesario. También aportamos comentarios sobre los avances que han logrado las compañías participadas en los informes anuales de emisiones de nuestros fondos.

Gráfico 2. Participación en las trayectorias de descarbonización de las participadas 

Definición del Acuerdo de París

El Acuerdo de París es un tratado internacional legalmente vinculante sobre el cambio climático. Fue adoptado por 196 partes firmantes en la Conferencia sobre Cambio Climático de la ONU (COP21) en París, Francia, el 12 de diciembre de 2015 y entró en vigor el 4 de noviembre de 2016. Su objetivo global es mantener «el aumento de la temperatura media mundial a un nivel muy inferior a 2 °C por encima de los niveles preindustriales» y esforzarse «por limitar el aumento de la temperatura a 1,5 °C por encima de tales niveles».

El valor de las inversiones fluctuará, lo cual provocará que el valor de las participaciones se reduzca o se incremente. Es posible que no recupere la cantidad invertida inicialmente. 

Los puntos de vista expresados en este documento no deben considerarse como una recomendación, asesoramiento o previsión. No podemos ofrecerle asesoramiento financiero. Si no está seguro de que su inversión sea apropiada, consúltelo con su asesor financiero.
Esta información no constituye una oferta ni un ofrecimiento para la adquisición de acciones de inversión en cualquiera de los fondos de M&G. Promoción financiera publicada por M&G Luxembourg S.A. Domicilio social: 16, boulevard Royal, L-2449, Luxembourg.

Alinear un fondo de inversión con el Acuerdo de París

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Consulte el glosario para obtener más información de los conceptos de inversión utilizados en este artículo.

Creemos que para alinear un fondo de renta variable con los objetivos del Acuerdo de París, lo más eficaz es adoptar un enfoque específico para cada empresa, en el que tengamos en cuenta el impacto climático real de las compañías en las que invertimos y las medidas que están adoptando, en lugar de centrarnos únicamente en los parámetros de la cartera. En concreto, buscamos empresas que adopten medidas positivas relacionadas con el clima, ya sea para reducir sus propias emisiones u ofreciendo soluciones para que otras reduzcan las suyas.

Resultados en el mundo real, no solo en los parámetros

El cambio climático es un fenómeno del mundo real, que existe fuera de los parámetros de un fondo de inversión. Por tanto, a la hora de invertir nos centramos en el impacto real de cada empresa participada y en las medidas positivas que está adoptando, en lugar de centrarnos únicamente en los parámetros del conjunto de la cartera. Aunque creemos que estas ofrecen una visión importante del impacto climático de las empresas participadas y forman parte de nuestro proceso de inversión, dar prioridad a los parámetros por encima de todo puede resultar contraproducente.

Por ejemplo, un gestor de fondos que se centre únicamente en los datos de emisiones de la cartera podría limitarse a mantener una selección de compañías que normalmente tienen pocas emisiones, como los desarrolladores de software. Aunque en teoría el fondo parecería adaptarse al Acuerdo de París, no contribuiría necesariamente a la reducción absoluta de emisiones necesaria para limitar el aumento de la temperatura global. Seguiría habiendo el mismo nivel de emisiones de carbono, simplemente estarían fuera del fondo.

Un enfoque específico para cada empresa

En lugar de un enfoque para toda la cartera, creemos que es preferible centrarse en cada compañía. Tenemos en cuenta la cantidad de emisiones que generan, sus planes para reducirlas, sus avances en relación con esos objetivos y, en su caso, la cantidad de emisiones que ayudan a evitar a otros mediante sus soluciones climáticas. De este modo, podemos determinar de forma más eficaz cómo contribuye una empresa a los objetivos del Acuerdo de París, cuál es la mejor manera de implicarse con ella, y cómo podría beneficiarse de la tendencia a la descarbonización que esperamos que se mantenga durante décadas.

Y lo que es más importante, la mayoría de las compañías que quieren reducir las emisiones no registrarán una reducción lineal y constante cada año. Al contrario, se registrarán saltos a medida que la empresa realice cambios, como el giro hacia la adopción de energías renovables o la implantación de un nuevo proceso más eficiente. Si los fondos se centran únicamente en los parámetros de reducción de emisiones de toda la cartera, la compañía podría ser excluida del fondo antes de que su buena labor surta efecto, si el momento no es el adecuado. Además, un pequeño número de empresas puede generar la mayoría de las emisiones de la cartera, sobre todo si operan en un sector que sea un gran generador de emisiones como la producción industrial. Al centrarse en los parámetros de toda la cartera por encima de todo, el gestor del fondo puede verse tentado a reducir simplemente su participación en estas compañías, mejorando los parámetros de alto nivel, pero sin lograr ningún impacto en el mundo real.

Participación activa

El activismo inversor también debería formar parte fundamental del proceso de inversión de los fondos que pretenden adaptarse al Acuerdo de París. Al ejercer un compromiso y participar activamente con las empresas en las que invertimos, podemos promover cambios positivos, como la mejora de la información sobre emisiones o el establecimiento de objetivos científicos para la reducción de emisiones. También podemos incentivar a las compañías a vincular la remuneración de los ejecutivos a parámetros relacionados con el clima. Y si el progreso de una empresa queda por detrás de sus objetivos, podemos utilizar nuestra participación activa para entender por qué y promover nuevas medidas.

Medir la intensidad del carbono

Aunque creemos que los resultados en el mundo real son el factor más importante de una estrategia de inversión alineada con París, en la práctica también tenemos en cuenta los parámetros de la cartera, como la intensidad de carbono. Se trata de la cantidad de emisiones de carbono por cada millón de dólares estadounidenses de ventas. Utilizamos la intensidad de carbono como marco para evaluar la admisibilidad de las empresas y medir el impacto climático de nuestros fondos.

En nuestra gama de fondos que buscan alinearse con los objetivos del Acuerdo de París, son admisibles para su inclusión las compañías con una intensidad de carbono al menos un 50% inferior a la de referencia. Estas se consideran «empresas con bajas emisiones de carbono». Aquellas con una intensidad de carbono por encima del 50% del índice de referencia deberán de haber establecido o haberse comprometido a establecer objetivos de reducción de emisiones basados en la ciencia (Science Based Targets o SBT por sus siglas en inglés) y estarán consideradas «empresas con bajas emisiones de carbono». También nos proponemos mantener una intensidad de carbono media ponderada (Weighted Average Carbon Intensity o WACI, por sus siglas en inglés) al menos un 50% inferior a la del índice de referencia. La WACI es la intensidad de carbono de cada posición, ponderada en función de su proporción en el fondo.

Empresas que no causan perjuicio

En nuestras estrategias alineadas con París, buscamos compañías que exhiban buenas credenciales de sostenibilidad o ESG (Environmental, Social & Governance, por sus siglas en inglés). Como parte de ello, también excluimos a determinadas empresas de nuestro universo de inversión, ya que consideramos que incumplen el principio de «no causar un perjuicio significativo». Entre ellas se incluyen las empresas señaladas como infractoras del Pacto Mundial de las Naciones Unidas, un marco mundial para que las compañías adopten políticas sostenibles y socialmente responsables. También excluimos empresas de varios sectores, incluidos los relacionados con la extracción de combustibles fósiles y armas controvertidas.

El valor de los activos del fondo podrían tanto aumentar como disminuir, lo cual provocará que el valor de su inversión se reduzca o se incremente. Los puntos de vista expresados en este documento no deben considerarse como una recomendación, asesoramiento o previsión. No podemos ofrecerle asesoramiento financiero. Si no está seguro de que su inversión sea apropiada, consúltelo con su asesor financiero. Esta información no constituye una oferta ni un ofrecimiento para la adquisición de acciones de inversión en cualquiera de los fondos de M&G. Promoción financiera publicada por M&G Luxembourg S.A. Domicilio social: 16, boulevard Royal, L-2449, Luxembourg.