Por favor, consulte el glosario para obtener una explicación de los términos de inversión mencionados en este artículo.
Cuando hablamos normalmente con cualquiera, el dinero no suele ser el primer tema de conversación. Pero, ¿por qué es así, si el dinero es una parte fundamental de nuestras vidas?
Tal vez no creamos tener los conocimientos financieros suficientes para hablar con la gente sin temer quedar en evidencia; o tal vez pensamos que los entresijos de nuestras finanzas personales carecen de interés para otros. ¿O será más bien una cuestión de etiqueta, ya que se considera un tema tabú?
Adoptando un enfoque colaborativo
Nuestras finanzas son como la mayoría de los retos a los que nos enfrentamos a diario. Escuchar puntos de vista alternativos puede marcar un antes y un después. Si pensamos en el dinero del mismo modo que lo hacemos en nuestra salud y estado físico, nuestras carreras o incluso nuestros destinos de vacaciones, las conversaciones que ofrecen consejo o perspectiva tienen cierto potencial para influir en nuestras decisiones y situaciones financieras.
Entonces, ¿cómo deberíamos empezar a hablar de dinero, más aún cuando compartir información personal nos resulta incómodo? La parte más difícil es simplemente comenzar. A continuación se recogen algunas cosas que considerar para facilitar la tarea:
1. Paciencia
Puede parecer obvio, pero la paciencia es fundamental para abordar las conversaciones financieras. La mayoría de nosotros se sitúa en diferentes niveles de comodidad a la hora de hablar de dinero; es importante respetar el hecho de que nuestros amigos no estén dispuestos a compartir tanta información a este respecto, si es que lo hacen. Pero merece la pena insistir: podrían sentirse aliviados de poder discutir el tema con alguien. Puede que tengan preguntas o incluso preocupaciones en las que puedas ayudarles y viceversa. Como todo, tanto mejorar las finanzas personales como abordar las conversaciones en torno a ellas, requiere práctica.
2. Mente abierta
Si eres una persona que normalmente mueve su dinero a última hora, seguramente conozcas a alguien que hace lo contrario, o a alguien que va aportando pequeñas cantidades a sus ahorros a lo largo del año. Hablar de cómo y por qué invierten puede ayudar.
Hablar con amigos puede ayudar a ser más disciplinado con los ahorros personales en el futuro, y a adquirir hábitos mejores y menos estresantes. Por ejemplo, podrían hablarte del poder de la capitalización de tus inversiones, que puede marcar la diferencia cuando inviertes antes en el año fiscal. O cómo invertir poco y a menudo, en lugar de una cantidad única, ayuda a nivelar los altibajos de la inversión, promediando el precio pagado a lo largo del año fiscal.
Preguntarles por qué invierten de esa manera también puede ser útil. Es posible que tus amigos ya tengan un plan para ayudar a financiar la etapa universitaria de un hijo, o que les permita a ellos y a su pareja jubilarse anticipadamente. Puede que sea algo que no te hayas parado a considerar, o que hayas descartado por no ser «para ti». La clave reside en abrirse a escuchar otras formas de hacer las cosas.
En conclusión, se trata de abrirse a pensar de forma diferente sobre cómo ahorrar para el futuro, en qué invertir y por qué. ¿Podría adoptarse un enfoque diferente con un mayor potencial de crecimiento a largo plazo o una mejor relación calidad-precio?
El valor de los activos de un fondo podría tanto aumentar como disminuir, lo cual provocará que el valor de su inversión se reduzca o se incremente. Es posible que no recupere la cantidad invertida inicialmente.
3. Preguntar sin miedo
Aunque tus amigos no sean eminencias en materia de
pensiones o inversiones, si no entiendes algo, ¿por qué no les preguntas? Ese amigo que está seguro de que se jubilará a
los 50, ¿por qué no preguntarle cómo piensa hacerlo?
Si no estás 100% seguro de las ventajas potenciales de los fondos de inversión, de las cuentas de ahorro en efectivo o en acciones, quizás alguno de tus amigos tenga ideas al respecto. Escuchar el contexto en la vida real de las decisiones financieras de una persona de un modo informal, puede ayudar a cobrar forma, y, en última instancia podría ayudarte a planificar tus finanzas.
4. ¿Dónde están invirtiendo tus conocidos?
Con tantos proveedores financieros diferentes, puede ser difícil estar al día de todos los nuevos productos, enfoques de inversión y funcionalidades digitales. Tanto si estás pensando en probar un proveedor online nuevo en el mercado, como si consideras una empresa con trayectoria, hablar con amigos podría ser de ayuda. Después de todo, las experiencias de primera mano pueden ofrecer, a veces, una nueva perspectiva.
También merece la pena hablar con ellos para ver si están al tanto de las ofertas de lanzamiento. Es habitual que existan ventajas o recompensas por ser un cliente recomendado o por recomendar a un tercero. Siempre que las opciones de ahorro que elijas sean adecuadas, claro. La cuestión es que, si no tienes esa conversación, podrías estar perdiéndote algo.
5. Reflexionar antes de comprometerse
Las conversaciones con amigos pueden aportar nuevas ideas y enfoques sobre tus finanzas personales. Pueden ayudarte a comprender mejor tu situación, a adquirir buenos hábitos para ti y tu familia, y a sentirse más seguro sobre el futuro financiero. O quizás simplemente te ayuden a validar lo que ya estás haciendo.
Pero es importante recordar que lo que es bueno para una persona y su situación puede no serlo tanto para otra. Por ejemplo, algunos amigos pueden excederse ahorrando dinero, lo que les hace tener problemas de liquidez a la hora de atender sus necesidades financieras cotidianas.
Otros pueden sentirse cómodos asumiendo más riesgos que tú. Y, por supuesto, puede que otros estén contentos resguardando su dinero en un banco para un día lluvioso, donde el Fondo de Garantías de Depósitos garantiza con el límite de 100.000 euros para los depósitos en dinero, a diferencia de una inversión en acciones y participaciones donde tu capital está, por supuesto, en riesgo.
El valor de los activos del fondo podrían tanto aumentar como disminuir, lo cual provocará que el valor de su inversión se reduzca o se incremente. Es posible que no recupere la cantidad invertida inicialmente.
Los puntos de vista expresados en este documento no deben considerarse como una recomendación, asesoramiento o previsión. No podemos ofrecerle asesoramiento financiero. Si no está seguro de que su inversión sea apropiada, consúltelo con su asesor financiero. Esta información no constituye una oferta ni un ofrecimiento para la adquisición de acciones de inversión en cualquiera de los fondos de M&G. Promoción financiera publicada por M&G Luxembourg S.A. Domicilio social: 16, boulevard Royal, L 2449, Luxembourg.