Por Veronique Chapplow, directora de inversiones en el equipo de Renta Variable de M&G Investments.
Por favor consulte el glosario para una explicación de los términos de inversión que aparezcan en este artículo.
La idea de lograr el cambio es uno de los pilares de la inversión de impacto. Al fin y al cabo, buscamos un impacto positivo para la sociedad global (además de rentabilidad financiera a largo plazo) a través de nuestros fondos de impacto.
Para el inversor de impacto puede ser tentador concentrarse exclusivamente en los resultados positivos que aportan las compañías con los bienes y servicios que proporcionan. Sin embargo, es crucial buscar asimismo cualquier impacto negativo que pueda acechar en algún área de un negocio, quizá escondida en las cadenas de suministro. Y es que, por muy buenas que sean sus intenciones, ninguna empresa es más blanca que el blanco.
Tomemos por ejemplo el caso hipotético de un productor de energía eólica. Al generar electricidad de forma renovable, la compañía elimina combustibles fósiles del mix energético, ahorrando millones de toneladas de emisiones de carbono. No obstante, el proceso de fabricación de sus turbinas habrá creado emisiones. Esto habrá tenido un claro impacto medioambiental negativo, si bien eclipsado por el impacto positivo muy superior que ha permitido.
Siempre que capturemos los impactos negativos en nuestro análisis de una empresa, podremos sopesar si el impacto positivo que logra es mayor, y determinar así si su impacto neto es positivo. Este proceso lleva tiempo, ya que debemos analizar cada acción de forma individual.
Para ilustrar el impacto de una compañía, un punto de partida puede ser calcular qué porcentaje de sus actividades primarias guardan relación con uno de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) definidos por Naciones Unidas, que representan un marco universalmente reconocido para identificar soluciones sostenibles a los desafíos más apremiantes a los que se enfrentan el ser humano y el planeta.
Si bien respaldamos los ODS, tenga en cuenta que no estamos asociados con la ONU y que nuestros fondos no están respaldados por dicha organización
Estableciendo indicadores de impacto clave pertinentes para una compañía que genera impacto respecto a un ODS, podemos cuantificar su contribución al logro del mismo. A este respecto, no solo deberíamos considerar el avance realizado por las empresas en el marco de los ODS, sino también cómo evoluciona este con el tiempo monitorizando el cambio interanual en dichos indicadores de impacto.
Algunas compañías son sumamente transparentes a la hora de publicar sus indicadores clave de desempeño (como por ejemplo las emisiones de carbono que mitigan), mientras que otras podrían mejorar las cifras que revelan. Como inversores de impacto, necesitamos datos oportunos y relevantes para analizar el desempeño no financiero de las empresas y medir su avance a lo largo del tiempo. Es por ello que dialogamos con ellas para mejorar la cantidad y la calidad de los datos que publican.
Dicho esto, medir el impacto de la inversión en acciones cotizadas no es una ciencia exacta. La «adicionalidad» de nuestra inversión (es decir, la diferencia que marcamos con ella) puede entenderse considerando el impacto efectuado por las compañías en las que invertimos.
Como prueba de adicionalidad, podríamos preguntarnos cómo sería el mundo si una empresa en concreto no existiera, y considerar si tiene algún know-how tecnológico o huella de impacto que a una nueva compañía le resultara difícil reproducir.
Con independencia del modo en que las gestoras miden el impacto, creo que la transparencia frente a los inversores es crucial. Mostrando cómo trabajamos y mejorando de forma continua nuestras medidas a lo largo del tiempo podemos demostrar el impacto neto positivo de nuestras inversiones y evitar cualquier acusación de ecopostureo.
Los puntos de vista expresados en este documento no deben considerarse como una recomendación, asesoramiento o previsión.
El valor de los activos del fondo podrían tanto aumentar como disminuir, lo cual provocará que el valor de su inversión se reduzca o se incremente. Es posible que no recupere la cantidad invertida inicialmente.
Esta información no constituye una oferta ni un ofrecimiento para la adquisición de acciones de inversión en cualquiera de los fondos de M&G. Promoción financiera publicada por M&G International Investments S.A. Domicilio social: 16, boulevard Royal, L-2449, Luxembourg.